Esta pregunta sólo tiene una respuesta: El Reino de Dios está en nosotros.
Ciertamente, en cada uno de nosotros.
Cuando San Pablo le dice a Filemón que, aunque apóstol de Cristo, tiene pleno derecho a ordenarle, no lo hace sino que recurre al amor.
Con amor le pide a Filemón. No actúa como un dictador. Respeta la libertad de Filemón. Apela a su caridad para que reciba a Onésimo.
Pablo, estándo en la cárcel, ha convertido al cristianismo a Onésimo.
Onésimo era un esclavo propiedad de Filemón que, Pablo ha tratado como un hermano querido.
Le solicita a Filemón que, no lo trate como amo, sino como un hermano ( Filem 7 - 20 ).
San Pablo es un hombre justo. Actúa con justicia y libera al oprimido. Onésimo como cristiano, ya no será el mismo.
El Señor ama al hombre justo y no a los dictadores. Estos conculcan la libertad y la dignidad de sus gobernados.
Un gobernante tiene que amar a sus gobernados.
El Reino de Dios está entre ustedes, dice Jesús ( Lc 17, 20 - 25 ). Debemos hacer que germine en nuestros corazones.
Para los dictadores: ¨El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista , la ibertad no perecerá ( www.ciudadredonda.org. 13 de noviembre de 2008 ).
Cómo dice Pablo que fue arrebatado al tercer cielo si éste está en nosotros
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