viernes, 27 de enero de 2017

Los distintos ministerios en la Eucaristía

“los que participamos en la Eucaristía tenemos el compromiso de transformar nuestras vidas…” San Juan Pablo II
El Profesor, Doctor en Teología, Felix Palazzi, nos sirve de guía, desde nuestra posición laical, integrante de una “santa clase media” (Francisco dixit) que, según el Pontífice, está en vía de extinción por su empobrecimiento galopante, que hace imprescindibles cambios en el sistema económico internacional y en la Iglesia. El Papa cree en el diálogo en esos procesos de cambios epocales y es la mejor vía para la solución de conflictos.
Uno de esos cambios es aceptar que todos los ministerios son esenciales para que la Eucaristía pueda celebrarse. Todos los católicos nacemos como laicos y por el bautismo quedamos definidos, por el seguimiento en la fe en el Dios de Jesús, por la participación en la Eucaristía y en la lucha por el reino de Dios.
¿Por qué se produjo ese distanciamiento entre el ámbito clerical y el ámbito laical que todavía sigue reinando, no obstante, que ya se habla desde la jerarquía del protagonismo de los laicos?
La historia nos dice que en el siglo III d.C “la conformación de la estructura eclesial produce ese distanciamiento y que hoy, aquí y ahora urge un nuevo talante eclesial y desarrollar la identidad laical”
De esas definiciones, surgirá un nuevo modo o manera  de “seguimiento a Jesús”, que es esencial, sin dejar nunca la misa o la Eucaristía. En mi criterio, ser novedosos en la evangelización de la comunidad, de la sociedad, que camina de prisa, sin mirar a Dios, negándolo, no pocas veces. Responderíase así a una Iglesia en salida, cada día más cercana a la periferia, a lo humano, a ese olor de oveja del que habla Francisco. Una Iglesia que no sea cercana a las personas podrá ser cualquier cosa pero menos Iglesia.
El laico o la laica viven inmerso en una sociedad de injusticias. Muchas veces abandonados por quienes tienen muy lejano lo que es ser humano, “quizás porque muchas veces se quiere construir lo cristiano sobre bases falsas humanas, tenemos los falsos hombres y falsos cristianos (lo afirmaba Monseñor Romero en homilía del 31-12-1978, en plena guerra civil de El Salvador), por una ritualización del sacramento o por algunas fallas por la falta de una buena formación litúrgica de pastores y fieles” (Concilio Plenario Venezolano. CMF 10-11).
Tenemos que caminar unidos, como lo que somos, el Cuerpo de Cristo, en fraternidad,  fortalecidos con el cuerpo y sangre de Jesús y llenos del Espíritu Santo, formando un solo cuerpo y un solo Espíritu (Anfora 3 del Misal Romano).
Y no olvidar que los laicos “son todos aquellos sin los cuales la Iglesia sería vista como un absurdo” (Henry Newman). “La Iglesia se constituye en el sacerdocio común de los bautizados y no sobre el ministerio ministerial, este último está al servicio del sacerdocio común y no a la inversa” (LG 24, antepone el capítulo “Pueblo de Dios” al del Ministerio Jerárquico. Eclesiología de comunión)
Es harto posible que este tema, Repensar la Ministerialidad Eclesial, desde la existencia laical, Aquí y Ahora, del Profesor Palazzi, sea motivo de mucho interés en el Primer Encuentro Iberoamericano de Teología, que con la participación de 40 Teólogos de habla hispana, organizado por el Dr. en Teología Rafael Luciani, se celebrará en el Boston College, en Boston, en los primeros días de febrero. A mí me ha servido para la exposición de estas breves notas que tienen por finalidad exhaltar la horizontalidad entre sacerdotes o jerarquía y laicos, siempre respetando a ésta, porque de su sabiduría que viene de Dios en buena medida depende nuestro alimento de la espiritualidad cristiana. Es el espíritu del Concilio Vaticano II que convocara el Papa Bueno, san Juan XXIII y que desarrollara y culminara un incomprendido adelantado en la historia, el hoy Beato Pablo VI.

sábado, 14 de enero de 2017

Homenaje a la virtud en el día del Maestro

Indudablemente, que recuerdo a Andrés Bello, a Simón Rodríguez, Cecilio Acosta, Rómulo Gallegos y a Luis Beltrán Prieto Figueroa. Con ese recuerdo quiero rendir homenaje a todos los Maestros, en especial, a mis Maestros de Primaria, entre ellos, Elda Bermúdez de Pérez y muy especialmente, a mi amada esposa Lérida Molero de Inciarte, destacada y abnegada educadora de toda la vida.
El 15 de enero es el Día Nacional del Maestro.
Maestro no es cualquiera.
Maestro no es un truhan ni un bebedor, ni un bohemio, ni ningún inmoral...
Gallegos en su cuento El Maestro, nos da a entender que Maestro no es ese al que todos le decían Maestro: Un truhan desharrapado gran bebedor y amigo de exhibir su trasnochada erudición ante quienes le celebraban.
Un día amaneció la calle o calles de la ciudad en silencio y soledad. Y el Maestro se quedó asombrado.
Sólo vio a un tullido mendigo y a éste le preguntó: ¿Qué se ha hecho la gente de la ciudad?
El tullido de inmediato le respondió: Y cómo que usted no sepa que todos se han ido al cementerio a enterrar a un justo, que dicen que era la misma virtud. Que mientras vivía nadie se ocupaba de él, pero al morir todo el mundo ha sentido su ausencia... lo llevaban dentro de sus corazones y hoy han oído palabras que ya no se decían, ha hablado el Dios mudo que cada uno lleva dentro de sí mismo.
Y Prieto nos dice: "Una sociedad indiferente quiere encontrar chivos expiatorios para librar a una casta de hombres y mujeres que hicieron de la fortuna personal (de la mal habida principalmente) el único objetivo para vivir... Maestros maltratados y mal pagados... La vida, el sufrimiento, la desesperación, son maestros capaces de generar la energía suficiente para deshacer el mundo de injusticia y crear con los fragmentos uno nuevo. Sin embargo, es de esperar que en la construcción de los cimientos de ese mundo estén los maestros colocando las piedras y el metal para darle consistencia" (Un Mandato Ineludible. Diálogos con Luis Beltrán Prieto F.; de la autoría de Antonio Ecarri Bolívar)
Maestro es sinónimo de virtud, de persona justa y creador de hombres y mujeres para la libertad.
Rindo este homenaje y quiero indicar al que lea, que se puede enterrar a un justo, a la justicia, a la verdad, a la libertad y a la razón, pero germinarán como semillas de luz para una patria digna, humana y de bienestar para todos.