lunes, 28 de noviembre de 2011

Primer Retiro de Adviento


Da lo poco que tienes, presta servicio y nada te faltará. Sigue luchando y sigue de pie, siempre con fe y esperanza.

La Comisión Arquidiocesana de Liturgia, presidida por Monseñor Ubaldo Santana, Arzobispo de Maracaibo, cuyo director es el Presbítero Luis Emiro Arrieta, el pasado sábado 26 de noviembre, de este ciclo litúrgico que finaliza, realizó el Primer Retiro de Adviento en la capilla del colegio La Epifanía de esta ciudad.

El Lic. Gustavo Machado de manera excelente, muy pedagógica, fungió de maestro de ceremonia. El joven distinguido profesor contribuía, con sus oportunas intervenciones, a enseñar lo que es el Adviento y sus repercusiones en nuestras vidas.

La profesora Dunia Mavarez dictó una espectacular charla sobre la Espiritualidad del Adviento, haciendo precisiones en los términos y afirmando que, el Espíritu Santo está con nosotros y que el Adviento es el revivir la venida del Señor, que nos permite, a través de la reflexión, discernimiento y meditación, cambiar nuestras vidas, nuestras maneras de ser.

Dios quiere que sintamos una inmensa alegría de vivir. El motivo, Él nos lo envió: Jesucristo, su Hijo amado.

Con esa alegría preparémonos para recibir a Cristo en este tiempo de Adviento, donde se inicia el ciclo “B”, de un nuevo año litúrgico.

Cristo quiere que abramos nuestros corazones y le recibamos. Que tengamos, fe y esperanza para vivir con alegría por encima de nuestras tristezas. Que seamos capaces de dar lo poco que tengamos, prestando un servicio de calidad a Dios y al prójimo, y así, de esa manera, nada nos faltará.

La Comisión Arquidiocesana de Liturgia, en la persona de la Sra. Mireya de Troconiz, dio a los presentes muchas informaciones de interés: 1. Que se institucionaliza el sábado previo al primer domingo de Adviento, el Retiro de Adviento con la presencia de sacerdotes – quienes confesaran, como lo hicieron en este primer retiro - y de los fieles de las distintas parroquias de Maracaibo.

2. El 10 de diciembre de 2011, se celebrará el Encuentro de Adoradores y Cofrades, en la Iglesia San Tarcicio a las 8 a.m.

La Comisión pretende conocer y organizar a todos los adoradores del Santísimo Sacramento en las parroquias.

Está ya institucionalizada la oración de Venezuela al Santísimo Sacramento.

Indudable que, hace falta una más sólida cultura eucarística en cada parroquia y a eso propende la actividad de esta Comisión.

Muy nutrida resultó la concurrencia al Primer Retiro de Adviento. Siento la alegría en esto y en el hecho de que la mayoría de los asistentes eran jóvenes de las distintas parroquias de Maracaibo.

Se celebró la Hora Santa. La presidió el sacerdote José Gregorio Pineda. Un silencio bien logrado de contemplación la acompañó.

El evento culminó con la Santa Eucaristía que celebraron los sacerdotes Luis Emiro Arrieta Gallardo y José Gregorio Pineda. La Homilía del cura del Carmen, fue excelente, muy pedagógica, donde se destacó lo que es el Adviento, los testigos de éste, Isaías, Juan Bautista, María – la Madre de Dios – y San José. La homilía del Padre Arrieta tiene la virtud de hablar el lenguaje de la gente, de utilizar un método y un ardor, que, son los que se demandan en este tiempo para la Nueva Evangelización en este mundo moderno de muchos disvalores y que niegan a Cristo. Se me grabó aquello de que a la Iglesia hay que darle talento, tiempo y dinero.

Ya al final de la misa, el director de la Comisión ratificó lo informado por la Sra. Troconiz, demandó aplausos para todos los que participaron y garantizaron la realización del retiro.

A nuestro Grupo, S. C. “San Jerónimo”, le cupo la satisfacción de haber puesto su pequeño granito de arena en su organización y celebración. Fue un excelente y educador evento.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Que nuestra fe sea alabada por todos

“Ante todo, por medio de Jesucristo, doy gracias a mi Dios por todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero” Rom 1, 8

Debemos tener paciencia para soportar todas las pruebas que Dios nos pone en el camino. Tener fe en Dios es creerle sin condición alguna.

A Dios tenemos que apreciarle, estimarle, alabarle en todo momento, por lo que nos ha dado y por lo que no nos ha dado. Bendito sea Dios siempre. Para Él nada es imposible. Sus misterios, sólo El los conoce y nada de ¿Por qué a mí?

La fe en Dios, que por amarnos nos hizo entrega de su Hijo amado, nos justifica, pero tenemos que cultivarla.

El cultivo de la fe pasa por muchas actitudes y conductas nuestras, tales como las de ser justos, honrados, religiosos, alejados del mal y de la mentira. Nada más peligroso que un embustero.

El cultivo de la fe nos lleva a la práctica del servicio diligente y de la caridad activa. A ser generosos, obedientes y solidarios.

Ser solidarios con los necesitados que necesitan de obras y no de palabras.

Ser personas que demostremos nuestro aprecio al hermano hasta en lo más insignificante.

El cultivo de la fe nos lleva a satisfacer las necesidades materiales de la Iglesia para que pueda cumplir a cabalidad con su tarea fundamental de evangelizar y de realizar obras de misericordia.

La evangelización es urgente y ese carácter se lo imprime un santo al que le resbala toda acción irrespetuosa por dinero, Benedicto XVI, cuya sabiduría conduce en momentos difíciles la barca de Pedro.

La evangelización es nuevos métodos y un nuevo ardor en la difusión por el mundo de la Buena Noticia, es decir, el Evangelio.

Todos los cristianos estamos obligados a difundir nuestra fe y llenar al planeta de los valores de Jesucristo.

Cultivar nuestra fe, es cumplir con lo que nos corresponda hacer de conformidad con los dones y carismas que Dios nos ha conferido.

Tenemos que sentirnos dichosos por ser temerosos de Dios y de saber que nos ama. Darle gracias en todo porque esa es su voluntad (1 Tes 5, 18). Hay que tener buen trato y ser amable.

Solo si somos capaces de cultivar la fe, llenándola de atributos, estaremos en condiciones de recibir elogios, alabanzas, reconocimientos de méritos, de san Pablo: “Doy gracias a Dios por todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero” (Rom 1, 8).

Dios nos ama y nos juzgará favorablemente con una fe poderosa que le lleve a decir: “Una fe semejante no la he encontrado ni en Israel” (Lc 12, 37).

lunes, 14 de noviembre de 2011

Consuelo ante el dolor

“¡Animo! Soy yo no teman” (Mt 14, 27)

El sufrimiento es inesperado en la vida. No conoce de distingos de ningún tipo.

Las causas del sufrimiento son muchas y variadas, por ejemplo – de manera enunciativa – una enfermedad, un accidente de tránsito que nos arrebata un ser querido, mala situación económica, secuestro, atracos, entre otras, producen tribulación, que es congoja, pena, tormento y aflicción moral.

La tribulación lleva a la pérdida del ánimo y a la depresión. Animo es valor, energía y voluntad para enfrentar la adversidad. No es fácil pero se puede salir de ésta.

Pues bien, al perder el ánimo se cae en tristeza profunda y la psiquis se perturba o pierde sus funciones normales.

¿Qué necesita una persona en esta situación?

Me tocó vivir recientemente un hecho muy lamentable. La muerte, en un accidente de tránsito, de un angelito de apenas tres meses de nacida, hija de una persona de mi afecto.

¿Qué hacer ante esta circunstancia?

Consolarles con nuestra presencia y poner nuestros hombros para que se desahoguen. Escucharles en silencio.

¿En qué consiste el consuelo?

En hacerle compañía, abrazarle, llorar con ellos; San Pablo nos dice “lloren con los que lloran” (Rom 12, 15). Hacerle partícipe de nuestra amistad en ese momento adverso. Actuar conforme con aquello de que el amigo ama en toda ocasión. No abandona en esos instantes, cuando más se necesita su presencia.

Hay que ayudar a levantar el ánimo. Pedirle al Espíritu Santo nos provea de una palabra oportuna que reanime al abatido, una buena palabra (Prov 12, 25; 15, 23).

Hacer ver que Jesucristo siempre nos consuela en todas las tribulaciones y poder consolar a los que sufren (2 Cor 1, 4- 7).

Poner en oración al que sufre. Apoyarle. Hacerlo hasta que sean capaces de aceptar la realidad, y vivir con ella hacia adelante. Buscando sentido a lo ocurrido, que siempre Dios le va a permitir encontrarlo.

Con el poeta del pueblo venezolano finalizo estas notas diciendo: “Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos hijos, se tienen tantos niños que la calle se llena… y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle y el coche lo atropella…” Andrés Eloy Blanco, Los hijos infinitos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Dios es tu mejor amigo

“… el consejo del amigo endulza el ánimo” (Prov 27, 9)

Le dije a una hermana en la fe cristiana católica que Dios, con su sabiduría, nos da una de las cosas más bonitas que existe: La amistad.

El nos eligió para ser fiel con su amistad y amor.

La amistad, aquí en la tierra, es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

Esta definición, según la Real Academia Española, nos ofrece las características herramientas para guiarnos y saber elegir a los amigos.

No porque nos saluden, nos digan cosas bonitas, vamos a creer en pruebas ya de amistad.

Si tenemos una posición económica holgada, o poder político o de cualquier otra naturaleza, se acercan y juran amistad eterna. Son capaces de atosigarnos y de convertirse en sombras nuestras.

Razón tiene Maquiavelo cuando afirma que “esos son los que juran amistad mientras una necesidad les apremia”; satisfecha, adiós luz que te apagaste, o si se cae en desgracia, ni conocen a la persona que nada mas ayer le juraban fidelidad.

Algo debemos tener presente mientras dure nuestra existencia en esta vida terrenal, que el único amigo, que jamás nos fallará, en las buenas y en las malas, es Dios. Razón tenía Job cuando se quejaba de que sus parientes se detuvieron y sus conocidos se olvidaron de él (Job 19, 14–19).

No quiero caer en la radicalidad diciendo que en la vida terrenal no tenemos amigos; pero ¡cuidado! si con los dedos de las manos no te sobren dedos al momento de contarlos. Conocidos ¡uh! abundan.

He tenido y tengo amigos que han reunido las características expresadas en la definición. Amigos de verdad, unos hermanos, incluso, mejores, que aquellos que la biología nos otorgó.

Un amigo, sostiene el dicho popular, es un tesoro que hay que cuidar.

Nuestra Sagrada Escritura, nos cita ejemplos de amistad. En el libro de Rut, que recomiendo por la eterna amistad de Rut con su suegra, un libro de la Biblia bellísimo; otro caso, el de la amistad de David y Jonatán (1 Sm 18, 1); la de Eliseo y Elías (2, Re 2, 2). Es innegable que las amistades, así entendidas, glorifican a Dios. Y que decir de Jesucristo, capaz de dar la vida por un amigo.

Hay que seguir el ejemplo de Abraham que fuera llamado amigo del Señor.

La historia nos enseña de grandes amistades. Bolívar con Sucre; Freud y Jung; John Lennon con Paul Mcartney; Vicente Van Gogh y Gauguin; Borges y Bigy Casares… No penetro en el ámbito de la política porque parece que allí escasea la consecuencia con el amigo. Parece que tiene que morirse para fingirle amor y ocultar así las felonías.

Felonía viene de felón y significa traición, deslealtad, acción fea, cruel, malvado… prueba, no pocas veces exhibida, de la condición pecadora humana que nos viene desde Adán.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La falta de amor y sus consecuencias

“Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores” (Mt, 5, 44).
Vivimos en un mundo donde en buena parte rige la agresividad, la violencia y la ira, contrarios al amor.
La tendencia - ¿tendencia? – es a responder violentamente por nimia que sea la causa. Se está – nadie lo duda – en actitud de agresividad e ira.
La ira es pasión del alma que causa indignación, enojo y deseo de venganza.
¿Indignación? Es palabra que suena en la mente de muchos líderes del orbe, tanto religiosos, como políticos y económicos.
A esos líderes les inquieta la presencia, en las principales capitales, de los llamados indignados. Un movimiento de nuevo cuño que protesta ante el desempleo, la falta de seguridad social y la injusta distribución de la riqueza. Que critica como se administran los asuntos financieros siempre en contra de los débiles.
¿Venganza?
Hay quienes recurren a la violencia, al ejercicio de la vetusta, pero siempre actual, ley del Talión, que es también aplicada por los Estados para lograr la necesaria convivencia social.
¿Causas? ¿Económicas? ¿Financieras? ¿Falta de empleos dignos? ¿Ausencia de libertad? ¿Vidas sin sentido? ¿Deseo de una nueva economía? ¿Crisis del socialismo? ¿Crisis del capitalismo?
Todas pueden ser causas de la violencia de buena parte del planeta ¿Buena parte…?. Esa violencia que hace invivible a la ciudad, ¿Pero son solo esas causas? ¿Si hay distintas, cuáles son?.
Recomiendo dos lecturas, una, un reportaje publicado en El País, de Madrid, dedicado a Noruega (El País, 30–10–11), un modelo, una tercera vía, y el Péndulo de Rafael Poleo del viernes 28 de octubre reciente, en la revista Zeta, titulado El capitalismo y el socialismo se hunden “aplastados por una deuda pública sin respaldo”. El periodista se refiere a si es posible una nueva ideología.
Falta amor por el ser humano concreto, no abstracto, por el que sufre, en muchos líderes de la humanidad y, éstos, no buscan con sinceridad, lo que fomenta la paz y lo constructivo.
La humanidad debería tener un mundo sin peleas.
Hay guerras porque éstas son un negocio a costa del dolor y la dignidad del hombre. Es la ambición, el egoísmo, la prepotencia, que alimentan instintos, sin importar para nada los derechos humanos.
Yo me anoto irremediablemente en la lucha por la civilización del amor y del amor a Cristo. Él nos dijo: “… quien quiera ser el primero, que se haga sirviente de todos” en el campo político, religioso y económico, porque la fuerza creadora del amor es la única respuesta que pondrá fin a toda violencia (Mc 10, 43- 44; Mt 5, 38- 39).