martes, 22 de julio de 2014

Paz, paz y paz

“El reino de los cielos está en vosotros”, conduce hacia la paz interior y de ésta hacia la paz exterior.
Estos días que transcurren no han sido nada positivos para la paz.
El conflicto dramático y añejo del Medio Oriente, el de Ucrania, y por qué no decirlo, el de nosotros los venezolanos, lo demuestran. Más allá se habla de una nueva Guerra Fría.
Son momentos que nos hacen recordar, aquellos que la humanidad vivió,  con profundo y justificado nerviosismo, por los inicios de la década de los años sesenta, ápice  de la Guerra Fría, que llevó al Papa Juan XXIII – hoy San Juan XXIII - a hacer un llamado a la paz, ya que se estaba al borde de una conflagración nuclear y sus devastadores efectos.
El contenido del llamado dice así: “Con la mano en la conciencia  escuchen el grito angustioso que desde todos los puntos de la tierra, desde los niños inocentes a los ancianos, desde las personas a las comunidades, sale hacia el  cielo: ¡Paz, paz!” (Radio Mensaje del 25 de octubre de 1962).
Podría esgrimirse, que el antecedente o fundamento inmediato, de la Encíclica “Pacem in Terris” está expresado en ese angustioso llamado, dirigido a los que tenían la responsabilidad del poder; encíclica que, no hace mucho, cumplió 50 años con actualidad digna de encomio.
El mundo ha logrado avances en materia de paz. Actuaciones de Papas, como la de los santos Juan XXIII y Juan Pablo II, lo prueban, al lograr abrir espacios de libertad y de diálogo; pero, lamentablemente, sigue actual el llamado a la paz: Señor danos la paz, Señor danos la paz, Señor danos mucha paz.
Hay dos caminos, a ejemplo de Jesucristo, para construir la paz, que es tarea de todos. Antes de exponerlos, quiero expresar que, no sólo es fracaso de la paz la guerra; es fracaso de líderes, de gobernantes.
Los dos caminos son: promover y practicar la justicia, con verdad y amor; contribuir, en la medida de las posibilidades, al desarrollo humano integral. No olvidando el origen divino del hombre y su dignidad.
No son sólo derechos civiles y políticos, que deben ser garantizados; sino los de alimentos, agua, electricidad, casa, atención sanitaria, insumos médicos, medicinas, educación y la posibilidad de formar y sostener a una familia. La paz duradera, tanto nacional como internacional, depende del cumplimiento de esos derechos, muy humanos.
Las soluciones no son dogmáticas; sino prácticas, basadas en el diálogo, la escucha, la paciencia, el respeto del otro, la sinceridad, la disponibilidad y revisión de la propia opinión. Así lo planteó san Juan XXIII y tiene razón.
La crisis económica mundial del presente es síntoma grave de la falta de respeto por el hombre… ¡Vergüenza! ha denunciado el santo Papa Francisco el caso de las víctimas de la tragedia que resulta la inmigración… verbigracia, el caso de los niños que emigran de Centroamérica en búsqueda del pan que sacie su hambre; ayer cercano, las del trágico naufragio en el mar de Lampedusa.
María, Reina de la paz, intercede ante tu Hijo por la paz. Danos la paz.
(Invito a la lectura del discurso del Papa Francisco en un encuentro organizado por el Consejo Pontificio “Justicia y Paz” en el 50 aniversario de la encíclica “Pacem in Terris”, del 3 de octubre de 2013).

martes, 15 de julio de 2014

El Consuelo que recibimos de Dios

“… la luz de la esperanza cristiana nunca defrauda”  (Rm 5, 5)
El día viernes, 11 de julio, próximo pasado, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), en su CII Asamblea, recientemente celebrada con los Obispos y una calificada representación de los presbíteros de las diócesis y vicariatos apostólicos, publicó sus reflexiones que, todos los católicos, y personas no católicas, pero de buena voluntad, debemos leer e internalizar en nuestras conciencias.
Las reflexiones abordan la situación nacional actual, invitan al estudio y profundización de la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” y la convocatoria para la realización de una Asamblea Nacional de Pastoral 2015.
Se hizo un reconocimiento, muy merecido a los sacerdotes que, en su gran mayoría, se esfuerzan por guardar “integra fidelidad a sus compromisos y su trabajo produce como los campos del sembrador del Evangelio” (Mt 13, 23). Ellos, son “estímulo y ejemplo para todo el Pueblo de Dios y fomento de las vocaciones” (CPV no. 27), que, cada día, se requieren en abundancia.
A nuestros pastores les toca a diario, en medio de un país polarizado en lo político, “tender puentes para propiciar el encuentro entre adversarios, y promover la reconciliación de nuestro pueblo… Actuar movidos por Jesús que dijo antes de su Pascua” te ruego por ellos, para que sean uno, como tú y yo somos uno… (Conc. Vat. II no. 1 . Lumen Gentium). Son puentes para ir tejiendo desde abajo la Unidad  de los venezolanos, sin distingos de ningún tipo.
Las reflexiones no podían pasar por alto la Exhortación de nuestro Santo Papa, y, en este sentido, la CEV se refiere a la invitación de Francisco de leer, meditar y poner en práctica la “Evangelii Gaudium”, que, no es otra cosa que la tan deseada transformación misionera de la Iglesia. Anunciarla con alegría en el contexto de sufrimientos, confrontaciones, violencia, y del drama que muchas veces caracteriza nuestra historia actual (EG no. 10).
La Iglesia ha de ser siempre como quiso su Fundador. Con la mano extendida con franqueza, con cordialidad, con deseo de hacer el bien a todos, acorde con la característica fundamental del Cristianismo, que debe conservar y profundizar en las actuales circunstancias (EG no. 24).
La Iglesia existe para evangelizar, lo recordaba Pablo VI en “Evangelii Nutiandi”, no. 14. Anunciar en primer lugar a Jesucristo, la salvación obrada a través de su misterio pascual. Y más allá de realidades espirituales y la vida eterna, anunciar aspectos socio-políticos, como la inclusión de los pobres, la paz y el diálogo.
Haciendo uso de un legítimo derecho de opinar, sobre todo aquello que afecte la vida de las personas, nuestros pastores promueven el desarrollo integral de cada ser humano (EG no. 218). Es tarea evangelizadora, es servicio, es un deber, la defensa de la dignidad humana, y del bien común, del pueblo venezolano, que sufre la violencia, la inseguridad, la criminalidad cruenta, el desabastecimiento, las largas y humillantes colas para obtener el mínimo sustento necesario, el alza constante del costo de la vida, las sucesivas devaluaciones de la moneda, controles excesivos a la actividad productiva, las fallas de servicios fundamentales como el agua y la luz eléctrica. Todo este padecimiento de la familia venezolana ante la indiferencia de quienes deben resolver estos problemas, más interesados en la pantalla ideológica que de los pobres.
Se agrava el drama, descrito acorde con la verdad, con la pretensión de imponer un modelo político totalitario (CEV. Presidencia. Mensaje. “Responsables de la Paz y el Destino Democrático de Venezuela” 2-4-2014. No. 2) y un sistema educativo ideologizado.
Se pretende desde ya, que la Asamblea Nacional de Pastoral, sea una contribución para el reencuentro de los venezolanos y la reconstrucción del país. Para transmitir la fe en Jesucristo, que nos ama, que dio su vida para salvarnos y ahora está vivo para salvar a Venezuela, para iluminarnos, fortalecernos y liberarnos. Se hará una contribución a la aplicación de las directrices del Concilio Plenario de Venezuela.
La Iglesia en el compromiso evangelizador quiere “saber decir una palabra de aliento al abatido” (Is 50, 4), con la luz de la esperanza cristiana, que nunca defrauda (Rm 5, 5), que está cimentada en la palabra y la promesa de Dios.

Los Obispos piden a la Virgen Santísima su intercesión en este caminar. A nuestra Madre de Coromoto, para que nos acompañe. Ella siempre, amorosamente, camina con su Iglesia.

miércoles, 9 de julio de 2014

El amor de Francisco por los ancianos

“No puede ser que no sea noticia que muera de frío un anciano en situación de calle y que si lo sea una caída de dos puntos en la bolsa” (EG 53).
No creo pecar de atrevido si afirmo que el amor de nuestro Santo Papa Francisco viene desde su niñez. El mismo lo confiesa al exponer una historia vivida cuando niño.
Resulta que estaba un anciano almorzando con su hijo, nieto y nuera, y al tomar la sopa se manchó la camisa. Esto produjo el enojo de su hijo, quien lo apartó de la mesa y ordenó hacerle una para que comiera sólo.
Pasados los días, encontró al hijo con su madre trabajando, y el padre, curioso, le preguntó al muchacho ¿Qué estás haciendo?, a lo que el niño respondió; Papá, una mesa para cuando tú seas viejo…
Esta historia impresionó al niño Bergoglio, y por ello, afirmo, sin ambage alguno, que de allí nace su amor por los ancianos y por los abuelos.
Desde entonces, durante su vida, y más desde que fuera electo Papa, han sido muchas las intervenciones a favor de los ancianos y de los abuelos, que junto con los jóvenes, son los polos de la vida de los pueblos. Pero, lamentablemente, la civilización mundial, actual, principalmente Occidente, se ha “pasado la rosca” y ha hecho al “dios dinero” causa de exclusión, de descarte, consecuencia de una economía que “mata”, que ha hecho una brecha – la sigue haciendo – entre una minoría feliz y millones de seres humanos sin derecho, incluso, a ser si quiera explotados por no tener empleo y ser considerados desechos sociales.
Para la meditación permanente de los gobernantes, empresarios, creyentes y no creyentes, personas de buena voluntad, financieros, debería ser aquello de que “un pueblo tiene futuro si va adelante con los dos puntos: con los jóvenes, con la fuerza, porque lo llevan adelante, y con los ancianos, porque estos aportan la sabiduría de la vida” (Francisco).
Un pueblo que no respeta a los abuelos es un pueblo sin memoria.
La historia bíblica nos habla de muchos ancianos y lo que han sido capaces de hacer. Abraham, Simeón, Ana, Policarpo y Eleazar por sólo indicar algunos. En el caso de Eleazar, en vez de cuidarse a sí mismo, piensa en los jóvenes, en lo que con valentía les dejará como recuerdo: coherencia de fe en Dios, y testimonio de rectitud. Eligió el martirio para ser ejemplo para con los jóvenes, no se convirtió en un aventurero, de esos que hoy saltan fácilmente de un partido a otro, de una religión a otra, de venderse por contratos…
Hay que orar y rezar mucho por los ancianos, cuidarlos, no abandonarlos, no dejarlos botados en asilos, no permitirles hablar ni actuar, de denunciar a pleno pulmón la eutanasia escondida de la que habla el anciano Francisco, de una eutanasia, también, en lo cultural.
“Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe”. (Carta a los Hebreos capítulo 12).
La vejez es un tesoro de la sociedad. “La vejez es la sede de la sabiduría de la vida. Donemos esa sabiduría a los jóvenes” (Francisco).
Todas estas intervenciones del Papa Francisco, han llevado a la celebración de la Jornada Internacional dedicada a la tercera edad el próximo 28 de septiembre en la Plaza de San Pedro en Roma, al encuentro del sumo Pontífice, hombre sabio, santo, humilde y sencillo con los ancianos y abuelos que, espero, se institucionalice por toda la eternidad y cada año sea celebrada para recordarle a la humanidad entera que hay que cuidar a los ancianos y a los abuelos: Tesoro de la Sociedad.

jueves, 3 de julio de 2014

Mariano Fiallo Oyanguren: La poesía, la justicia y la santidad se abrazan

“Santo no es quien reza, sino quien actúa bien” 
El 25 de junio, reciente, falleció en León, Nicaragua, un hombre que, en su vida, actuó bien, destacándose como universitario y funcionario electoral: el doctor Mariano Fiallo Oyanguren.
El fue Rector de la UNAN (1974) y Presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE). Hombre probo, jurista notable. Era del criterio de que debíase tener “memoria histórica y hacer al jurista de buena base para tener un buen abogado” (Francisco Valladares). Mesurado, muy inteligente, diríase más bien, sabio. Nunca tomaba una decisión a la ligera.
En momentos de falta de paz, la mesura ha de brillar.
Cómo ha debido ser su probidad y su equilibrio, que fue capaz, con valentía digna de encomio, de defender la autonomía universitaria ante la dictadura somocista cruenta, que amenazó muchas veces con intervenir la universidad, y de presidir un órgano electoral (CSE, 1990) de manera transparente e independiente (Sergio Ramírez), donde Violeta de Chamorro resultara electa Presidente (1990-1996).
Sostiene Ramírez, excelente escritor, ex vicepresidente de la República, que Fiallo Oyanguren “demostró que en Nicaragua podían haber jueces electorales honrados, sin importar su afiliación política y supo demostrar que en un país que buscaba la institucionalidad perdida o nunca encontrada, se podía presidir un órgano electoral independiente y transparente”. Hombre, que siendo sandinista, tuvo personalidad para dirigir las instituciones e interpretar las leyes, determinantes para el destino de una nación (Ramírez).
Honrado. “Mariano era diez mil veces honrado” (Carlos Fonseca Amador).
Mariano Fiallo es Héroe de la democracia, el más íntegro de todos. Descansará eternamente y se abrazará con Rubén Darío, que reposa en la bella Catedral de León. La fuerza de la poesía y de la justicia darán luz por siempre sobre las tinieblas. Una luz, que, como un faro, alumbra más allá de Nicaragua. De una luz que los pueblos necesitan, que son bienes del cielo, de Dios, de su Hijo amado, Jesucristo, que son superiores a los materiales, también necesarios para la paz de todos ellos.
Nota final: Permítanme escribir este pensamiento que he acuñado: Los principios son eternos, no se debilitan nunca. Se debilitan quienes los violan. Llámense países, naciones, estados, personas, empresa, sindicato, partidos, iglesia, u otros.