Me he preguntado muchas veces cómo cambiar de una posición a otra sin sentimiento de culpa. He observado como unas personas pasan a la acera del frente y pasan a ser furiosos, y atacan a los que no se cambian con violencia verbal y hasta física.
Yo no critico a quienes cambian de ideología y hasta de religión por convencimiento, logradas, poco a poco, con reflexiones y meditaciones, y, por qué no, por estudios.
Pablo fue un converso. Pasó de un extremo a otro.
¿ Cómo se produjo ese cambio en él ?
Por intervención divina.
Resulta que Pablo era de la tribu de Benjamín, de posición económica acomodada, estudioso, culto, hijo de hebreos y hebreo él también de nacimiento, era israelita. fariseo fiel, riguroso en la interpretación y cumplimiento de la ley, era, en ese sentido, intachable, fue circuncidado y era perseguidor implacable de los cristianos y de la Iglesia de Dios.
Un día, iba a Damasco, y en el camino Cristo se le apareció y le dijo: Saulo, Saulo, por qué me persigues.
Saulo, que después se llamó Pablo, cayó en trance. Y al salir de éste, renunció a todo. Lo que consideraba valioso resultó basura para él con tal de ganar a Cristo ( Fil 3, 3- 8 ).
Sólo la intervención divina pudo justificar ese cambio tan brusco.
Ya no iba a hacer otra cosa que predicar sobre la vida y doctrina de Jesús. Llegándose a convertir en el Apóstol que ,sin haber conocido en persona a Jesucristo, hizo triunfar el cristianismo y organizó la Iglesia. Alguién ha dicho por allí que, Pablo es el secretario de organización de la Iglesia de Cristo.
Ojalá todo pecador sea capaz de arrepentirse y buscar al Señor. Sería dichoso ( Sal 104 ).
Hoy el Evangelio nos deja una lección: sentir alegría, hacer una fiesta, cuando un pecador se arrepiente ( Lc 15 , 1- 10 ).
Es buen pastor quien se preocupa por salvar a las ovejas perdidas. Sale a buscarlas, las llama, y siente inmensa alegría, al hallarlas.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo