lunes, 29 de enero de 2007

OPINION rib. Los movimientos y su capacidad de atraer

Han existido y existen movimientos religiosos, artisticos, culturales, sociales , económicos y políticos.
No voy a señalar muchos. Me concretaré al religioso de Jesucristo, y a los políticos, entre estos, hay cristianos y no cristianos, ateos, agnósticos, etc.
Jesucristo existió. Era y es el Hijo de Dios. Es Dios.
Jesucristo amaba, tenía amigos, perdonaba, atraía hasta a sus enemigos; no rechazaba a nadie. El se acentuaba en el amor a los demás. No era egoísta.
Pues bien, cristiano es quien lo sigue; que para seguirlo no necesariamente hay que ser un maestro bíblico. Generalmente, son los ¨no estudiados¨, los simples y grandes de corazón, los que le son más fieles y hacen de sus vidas las mejores maneras de evangelización. Son los que nos traen Las buenas noticias... No son prepotentes ni se creen superiores a nadie. Jesús era igual a todos.
Y pregunto, quién podía desconocer su liderazgo ?
Quienes pretendemos seguir a Jesucristo, con orgullo decimos...ES NUESTRO LIDER.
En cuanto a los movimientos políticos, p.ej. los bolcheviques. Quién podía desconocer a Lenin como el padre fundador de ese movimiento?
No vamos tan lejos.
En Venezuela, quién podía desconocer a Bolívar como líder del movimiento independentista?
Y sigamos.
Jóvito, tuvo una expresión, no muy atrayente, ¨mi partido y yo, yo y mi partido¨; pero quien podía desconocer su carismático liderazgo? Los urredistas le seguían porque el ¨maestro¨no rechazaba.
Y así ocurrió con Rómulo en AD.
E igual, con Caldera en COPEI; y Andrés Velásquez en la CAUSA R.
Y si me extiendo a Rumbo Propio en el Zulia. Quién puede, sin pecar de injusto, que sus líderes cultores, son Néstor Suárez y Alberto Mansueti.
Lo digo sin ambages. Y que bonito que todos lo podamos decir. Porque es bueno que así sea.
Que bonito sentir la atracción no sólo de sus principios, que son claros y convincentes, sino de sus lideres.
Hay que ser atrayentes, no sólo con el que llega sino con los de la acera del frente, no importa cuál sea.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo