Me llama para decirme.
¨Mirá, está bien que divulguéis las cosas insignificantes que te digo, pero no lo hagáis solo por facebook, o es que no soy digno de estar en Escritos en el Tiempo ¨
Le doy las explicaciones de rigor. Le manifiesto que, ese medio, merece que se digan cosas de interés que dejen algo útil a quienes estén desocupados para leerlas.
Me da las gracias y me dice: ¨Hay que creer en Dios porque su poder está en bendecirme aún en mis tribulaciones¨.
Es verdad, le sostengo.
Y Don Remigio me agrega, que no es sólo decirlo, sino seguir, cumplir, su voluntad. Es practicar la Palabra de Dios diariamente, hacer que se convierta en conducta cotidiana. No es decir amo al prójimo y no hacer todo lo que propenda a lograrlo, siendo amable, afable, generoso y solidario con todos.
Que temprano he recibido su sermón. Tiene razón.
¨Mirá, está bien que divulguéis las cosas insignificantes que te digo, pero no lo hagáis solo por facebook, o es que no soy digno de estar en Escritos en el Tiempo ¨
Le doy las explicaciones de rigor. Le manifiesto que, ese medio, merece que se digan cosas de interés que dejen algo útil a quienes estén desocupados para leerlas.
Me da las gracias y me dice: ¨Hay que creer en Dios porque su poder está en bendecirme aún en mis tribulaciones¨.
Es verdad, le sostengo.
Y Don Remigio me agrega, que no es sólo decirlo, sino seguir, cumplir, su voluntad. Es practicar la Palabra de Dios diariamente, hacer que se convierta en conducta cotidiana. No es decir amo al prójimo y no hacer todo lo que propenda a lograrlo, siendo amable, afable, generoso y solidario con todos.
Que temprano he recibido su sermón. Tiene razón.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo