miércoles, 27 de mayo de 2009

Lula y el Estado fuerte garante de una buena economía

En la prensa leo unas declaraciones atribuidas al presidente de Brasil, el socialista, Lula, según las cuales debe haber ¨un Estado fuerte ( que ) regule la buena economía¨.
Esas declaraciones son vertidas en momentos en los cuales ha tenido una reunión con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, precisamente, en el propio territorio del gigante de la América latina; reunión donde, supuestamente, se han debido tratar asuntos comerciales, tales como la construcción de una refinería en ese país y la inclusión de Venezuela en Mercosur.
No resultaría atrevimiento de parte nuestra afirmar que Lula le esté hablando a un vasto auditorium, donde estaría incluido el propio mandatario venezolano.
En las otras cosas que declaró el líder político Lula, todo un estadista, tenemos: ¨hoy el ser humano, sobretodo después de esta crisis, quiere que el capital privado sea de buena calidad, pero el público también y los dos pueden coexistir con la más absoluta tranquilidad, sin antagonismos, no sé porqué a veces se ideologiza en exceso ese tema del Estado y de la iniciativa privada¨( Panorama 27 - 5 - 09 ).
Hago algunas precisiones y también algunas interrogantes ante este tema de palpitante e inquietante actualidad en el mundo del presente y del que Venezuela no escapa.
En USA el correo público es tan bueno, o mejor, o más eficaz, que el prestado por la iniciativa o empresa privada.
En Costa Rica utilicé, hace varios años, los sevicios de la telefónica del Estado y del sector privado; ambas coexistían.
En Noruega, los nacionales tienen clara conciencia de que el Estado debe ser fuerte, y coexisten ambos sectores en la economía, con una poderosa presencia del Estado. Y hay Estado de bienestar, que no asistencialismo perjudicial.
En esos países citados al voleo, y obviamente sin ánimo limitativo, hay respeto por el Estado de Derecho y por la propiedad privada. En ellos ha habido y hay desarrollo económico y humano. Hay en ellos libertad.
La propiedad social puede convivir con la propiedad privada.
Pero...¿ qué está ocurriendo en Venezuela? ¿ Se respeta la propiedad privada? ¿ Se respeta la seguridad de bienes y de personas? ¿ Se está combatiendo con seriedad e imparcialidad la corrupción? ¿ Saldrán o ya estarán saliendo nuevos propietarios producto de la corrupción? ¿ De aceptar que se busca con las nacionalizaciones un modelo propio, podríase estar formando gerentes públicos y empleados públicos en materia comercial, para que se garantice un capital público de calidad? ¿ Existe un capital privado de buena calidad?
Es un tema que invita a otras interrogantes ¿ estamos en presencia de un Estado fuerte como lo propone Lula o de un fuerte presidente que interviene en todo y sin restricciones legales de ningún tipo?
Es tema para debatir qué se quiere para Venezuela ¿ socialismo real ? ¿ socialismo de estado? ¿ capitalismo salvaje? o ¿ capitalismo que respete la empresa, el mercado, la propiedad privada, la libertad económica...todo sometido a un sólido contexto jurídico ?
Es momento para serenas reflexiones en aras del futuro de Venezuela y no para tremendismos que en nada benefician a ese porvenir que debería ser de justicia y paz para todos.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo