En este 1 de mayo, que acaba de celebrarse ¿? , varios acontecimientos han llamado la atención. Uno de ellos, el ocurrido en Holanda, cuando ese país disfrutaba el Día de la Reina. Y digo disfrutaba porque para los holandeses - los orange, color que exhiben por el mundo - es un orgullo ver a la Reina y a la familia real. Esto lo vienen haciendo desde hace doscientos años en paz.
Pues bien, esa paz quedó interrumpida, de manera dramática, cuando un carro, a más de cien kms. por hora, irrumpió en contra de la multitud que celebraba el Día de la Reina, Beatriz.
Kartz T, era el conductor homicida, quien mató a varios, hirió a otros tantos y estrelló su auto, color negro, a un monumento, quedando destrozado el vehículo y perdiendo la vida posteriormente. Tal tragedia sucedió a pocos metros del autobus al aire libre donde se desplazaba la Reina Beatriz y sus acompañantes.
Surgió de inmediato la interrogante ¿ por qué sucedió ese hecho tan lamentable? ¿ un atentado terrorista? ¿ qué pasó?
Todo lo contenido en las interrogantes ha movilizado a doscientos cincuenta detectives para esclarecer el hecho y sus móviles.
Si ese carro hubiera ido cargado de explosivos es posible que el resultado hubiera producido numerosas víctimas e incluso hasta hubiera podido perder la vida la riquísima familia real.Por tanto, el atentado terrorista quedó descartado cuando, incluso, nada de artefactos explosivos se encontraron en la habitación del hoy difunto Kartz.
Se indagó por su manera de ser. Los vecinos dijeron que era un tipo simpático pero no de la sociabilidad que caracteriza al holandés, más bien introvertido. No se determinó si estaba en tratamiento psiquiátrico.
Pero, saben qué se encontró en su vida. Que acababa de quedar desempleado, ingresando a la lista, cada día más grande, de parados y que, además, había sido echado del apartamento en arrendamiento por no tener con que pagarlo.
El casero dijo que Kartz era puntual en sus pagos hasta que quedó sin empleo, y muy ordenado.
Entonces, qué es lo que ha salido a relucir. Que, en acto de desesperación, tomó la trágica decisión que ya es del dominio público mundial.
¿ Seguirá Holanda celebrando ese día como lo venía haciendo durante doscientos años? Por ahora, el destino de esa celebración, afirman algunos, tiene el color del carro del homicida: negro.
Nada es más humillante para un hombre que no tener trabajo y nada más peligroso que ello, porque, cualquier cosa puede suceder, como viene suscitándose, por efectos del desempleo que, la crisis económica y financiera global, viene produciendo. Europa no debe sentirse feliz ante lo que ocurre. Me llama la atención que no se dan cuenta ante lo que pasa en el mundo y duermen sin protecciones, sin rejas, y no como viven ¿ ? muchos pueblos del mundo, que parecen las casas verdaderas cárceles y las calles ni hablar ante la inseguridad, la violencia, que las azotan.
Otro acontecimiento. Una manifestación en Oslo, Noruega, que marchaba con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, protestó y dijo: capitalismo no; socialismo, si; y le advirtieron, al primer ministro, que no se meta con sus pensiones.
La gente en Noruega vive apasiblemente en sus viviendas. En paz.
Ojalá esa paz continúe; pero ! ojo !, ya hay síntomas que preludian inseguridad en este país.
Los pueblos latinoamericanos, africanos, asiáticos, entre otros, vienen emigrando, buscando donde vivir mejor. Tienen el derecho, es humano. La patria está donde se vive mejor.
Es un estado de cosas que debe mover a los líderes de los países, principalmente, los ¨desarrollados¨y buscar soluciones antes de que sea tarde. La paz del mundo lo reclama y es acto de justicia.
Pues bien, esa paz quedó interrumpida, de manera dramática, cuando un carro, a más de cien kms. por hora, irrumpió en contra de la multitud que celebraba el Día de la Reina, Beatriz.
Kartz T, era el conductor homicida, quien mató a varios, hirió a otros tantos y estrelló su auto, color negro, a un monumento, quedando destrozado el vehículo y perdiendo la vida posteriormente. Tal tragedia sucedió a pocos metros del autobus al aire libre donde se desplazaba la Reina Beatriz y sus acompañantes.
Surgió de inmediato la interrogante ¿ por qué sucedió ese hecho tan lamentable? ¿ un atentado terrorista? ¿ qué pasó?
Todo lo contenido en las interrogantes ha movilizado a doscientos cincuenta detectives para esclarecer el hecho y sus móviles.
Si ese carro hubiera ido cargado de explosivos es posible que el resultado hubiera producido numerosas víctimas e incluso hasta hubiera podido perder la vida la riquísima familia real.Por tanto, el atentado terrorista quedó descartado cuando, incluso, nada de artefactos explosivos se encontraron en la habitación del hoy difunto Kartz.
Se indagó por su manera de ser. Los vecinos dijeron que era un tipo simpático pero no de la sociabilidad que caracteriza al holandés, más bien introvertido. No se determinó si estaba en tratamiento psiquiátrico.
Pero, saben qué se encontró en su vida. Que acababa de quedar desempleado, ingresando a la lista, cada día más grande, de parados y que, además, había sido echado del apartamento en arrendamiento por no tener con que pagarlo.
El casero dijo que Kartz era puntual en sus pagos hasta que quedó sin empleo, y muy ordenado.
Entonces, qué es lo que ha salido a relucir. Que, en acto de desesperación, tomó la trágica decisión que ya es del dominio público mundial.
¿ Seguirá Holanda celebrando ese día como lo venía haciendo durante doscientos años? Por ahora, el destino de esa celebración, afirman algunos, tiene el color del carro del homicida: negro.
Nada es más humillante para un hombre que no tener trabajo y nada más peligroso que ello, porque, cualquier cosa puede suceder, como viene suscitándose, por efectos del desempleo que, la crisis económica y financiera global, viene produciendo. Europa no debe sentirse feliz ante lo que ocurre. Me llama la atención que no se dan cuenta ante lo que pasa en el mundo y duermen sin protecciones, sin rejas, y no como viven ¿ ? muchos pueblos del mundo, que parecen las casas verdaderas cárceles y las calles ni hablar ante la inseguridad, la violencia, que las azotan.
Otro acontecimiento. Una manifestación en Oslo, Noruega, que marchaba con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, protestó y dijo: capitalismo no; socialismo, si; y le advirtieron, al primer ministro, que no se meta con sus pensiones.
La gente en Noruega vive apasiblemente en sus viviendas. En paz.
Ojalá esa paz continúe; pero ! ojo !, ya hay síntomas que preludian inseguridad en este país.
Los pueblos latinoamericanos, africanos, asiáticos, entre otros, vienen emigrando, buscando donde vivir mejor. Tienen el derecho, es humano. La patria está donde se vive mejor.
Es un estado de cosas que debe mover a los líderes de los países, principalmente, los ¨desarrollados¨y buscar soluciones antes de que sea tarde. La paz del mundo lo reclama y es acto de justicia.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo