Cuando vemos a los hoy ex accionistas de La Electricidad de Caracas salir contentos con su chequecito de 739 millones de dólares, sólo se me ocurre pensar que el acuerdo estaba listo desde hacía tiempo. Y que la actitud del presidente Chávez fue teatral cuando, en pose de un dios, dijo:
¨Nacionalicese¨. Y las nacionalizaciones se hicieron.
Fue una compra que se ajustó a la ley...nada más.
Por qué esa actitud? A quién iba dirigida?
Pienso que a ese pueblo, o parte de éste, que, por su ignorancia, cree en esa postura de Chávez.
La nacionalización, o compra pura y simple de esas acciones, inmediatamente produjo un efecto: la confianza de los accionistas de CANTV, otra empresa a ser nacionalizada.
Se trató de un negocio. Para quién? El tiempo lo dirá.
Entretanto, el venezolano, en su mayoría, sólo teme que la luz no se apague, porque, ese dios, que se cree Chávez, no podrá decir: Hágase la luz y la luz se hizo.
Fue una compra que se ajustó a la ley...nada más.
Por qué esa actitud? A quién iba dirigida?
Pienso que a ese pueblo, o parte de éste, que, por su ignorancia, cree en esa postura de Chávez.
La nacionalización, o compra pura y simple de esas acciones, inmediatamente produjo un efecto: la confianza de los accionistas de CANTV, otra empresa a ser nacionalizada.
Se trató de un negocio. Para quién? El tiempo lo dirá.
Entretanto, el venezolano, en su mayoría, sólo teme que la luz no se apague, porque, ese dios, que se cree Chávez, no podrá decir: Hágase la luz y la luz se hizo.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo