La sabiduría ha preparado un banquete, ha mezclado el vino y puesto la mesa. Llama y se complace en donarse a quien carezca de ella. Es gratuita.
La sabiduría invita: ¨Si alguno es sencillo, que venga acá. Y a los faltos de juicio les dice: Vengan a comer de mi pan y a beber el vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia¨( Prov 9, 1-6).
Los faltos de juicio son los soberbios y malvados.
Haz la prueba, asiste al llamado de la sabiduría, y verás que bueno es el Señor ( Sal 33).
El Señor les eleva a sus invitados una pregunta. ¨Quieres vivir y disfrutar la vida?¨. Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño. Apártate del mal y haz el bien: busca la paz y ve tras ella¨( Sal 33).
Sabemos quiénes no atienden el llamado al banquete del Señor.
A ellos, San Pablo, dirige estas palabras: ¨Porténse como prudentes, aprovechando el presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios. No se embriaguen porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del Espíritu Santo, expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo¨( Ef 5, 15-20).
Atendamos la invitación al banquete, que es la Cena del Señor, cuando Jesús dice: ¨El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mi y yo en él. Como el Padre que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mi ¨( Jn 6, 51- 58 ). Es la Eucaristía. Es de sabio asistir sin faltar a élla y comer y beber el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Que es seguir su Palabra, que es Pan de Vida, de vida eterna.
La sabiduría invita: ¨Si alguno es sencillo, que venga acá. Y a los faltos de juicio les dice: Vengan a comer de mi pan y a beber el vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia¨( Prov 9, 1-6).
Los faltos de juicio son los soberbios y malvados.
Haz la prueba, asiste al llamado de la sabiduría, y verás que bueno es el Señor ( Sal 33).
El Señor les eleva a sus invitados una pregunta. ¨Quieres vivir y disfrutar la vida?¨. Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño. Apártate del mal y haz el bien: busca la paz y ve tras ella¨( Sal 33).
Sabemos quiénes no atienden el llamado al banquete del Señor.
A ellos, San Pablo, dirige estas palabras: ¨Porténse como prudentes, aprovechando el presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios. No se embriaguen porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del Espíritu Santo, expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo¨( Ef 5, 15-20).
Atendamos la invitación al banquete, que es la Cena del Señor, cuando Jesús dice: ¨El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mi y yo en él. Como el Padre que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mi ¨( Jn 6, 51- 58 ). Es la Eucaristía. Es de sabio asistir sin faltar a élla y comer y beber el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Que es seguir su Palabra, que es Pan de Vida, de vida eterna.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo