A título enunciativo que no limitativo, menciono valores no negociables:
1. El respeto a la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.
2. La defensa a la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
3. La libertad de educar a sus hijos que tienen los padres.
4. La promoción del bien común en todas sus formas.
Son valores que, no sólo deben defender los cristianos católicos, entre los que me encuentro.
Forman parte del derecho natural y están ínsitos en la conciencia de cada ser humano.Todo derecho positivo es posterior al derecho natural y a las leyes de Dios.
El laico cristiano católico debe intervenir en política y defender esos valores que, repito, no son negociables.
Intervenir en política a través del voto, de cuya licitud moral debe estar atento, y respetando el régimen institucional vigente, sin que ello implique avalar las imperfecciones que atribuyamos al sistema electoral y a la Constitución vigentes.
El cristiano católico laico, debe entender que la política puede conseguir la justicia y contradiciendo aquello de que sólo la violencia conduce al cambio.
Benedicto XVI ha enumerado estos valores, los ha defendido en cuanto a que no son negociables. Basta leer la Homilía del 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, con ocasión de celebrar este día y clausurar el Año Paulino cuando haciendo mención de la fe adulta que todo cristiano debe tener, indica los valores no negociables contenido y compromiso de todo católico.
1. El respeto a la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.
2. La defensa a la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
3. La libertad de educar a sus hijos que tienen los padres.
4. La promoción del bien común en todas sus formas.
Son valores que, no sólo deben defender los cristianos católicos, entre los que me encuentro.
Forman parte del derecho natural y están ínsitos en la conciencia de cada ser humano.Todo derecho positivo es posterior al derecho natural y a las leyes de Dios.
El laico cristiano católico debe intervenir en política y defender esos valores que, repito, no son negociables.
Intervenir en política a través del voto, de cuya licitud moral debe estar atento, y respetando el régimen institucional vigente, sin que ello implique avalar las imperfecciones que atribuyamos al sistema electoral y a la Constitución vigentes.
El cristiano católico laico, debe entender que la política puede conseguir la justicia y contradiciendo aquello de que sólo la violencia conduce al cambio.
Benedicto XVI ha enumerado estos valores, los ha defendido en cuanto a que no son negociables. Basta leer la Homilía del 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, con ocasión de celebrar este día y clausurar el Año Paulino cuando haciendo mención de la fe adulta que todo cristiano debe tener, indica los valores no negociables contenido y compromiso de todo católico.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo