martes, 28 de julio de 2009

El amor en la verdad

A partir de esta entrega, todas las semanas publicaré un trabajo sobre la Encíclica que en lo social presentara al mundo, el Santo Papa, Benedicto XVI. Se trata de Cáritas en la verdad.
Comienzo.
La caridad es amor. El fariseo pone a prueba a Jesús y le pregunta ¿ Maestro, cuál es el mandamiento mayor de la Ley? Él le dijo: ¨Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: ¨Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas¨( Mt 22, 36 -40).
La caridad es paciente, es amable, la caridad no es envidiosa, no es jactansiosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. ¨( 1 Co 13, 6 ).
Es la caridad en la verdad, como afirma Benedicto XVI, mi admirado Papa, en CARITAS IN VERITATE.
¿ Cuál es la verdad ?
La respuesta a esta interrogante conduce al cristiano católico más allá de sus limitaciones humanas acerca de la verdad.
Jesús responde: ¨Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mi. Si me conocen a mi, conocerán también a mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto¨( Jn 14, 5-7).
Seguir ese Camino, lleva al cristiano a saber que Dios es amor y por ese amor nos dio a Jesucristo para nuestra salvación. Se hizo hombre.
Jesús es agua viva. El que beba de esa agua ¨se convertirá en él, en fuente de agua que brota para vida eterna¨( Jn 4, 8 - 16).
Jesús da esa agua a una samaritana. Para Jesús no existe diferencia de ningún tipo al dar su amor, su palabra y sus enseñanzas.
Jesús nos dice: ¨Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo¨( Jn 8, 22).
Con ello nos invita a seguir las cosas espirituales aun cuando seamos de este mundo. Nos llama a que con sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo¨( Ef 4, 16), ¨de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, para el crecimiento y edificación en el amor¨( Ef 4, 16).

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo