domingo, 3 de agosto de 2008

Después de la Homilía. El alimento

No sólo de pan vive el hombre; sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios ( Mt 4,4 )
La afirmación del profeta Mateo contiene el alimento material y el alimento espiritual que todos debemos comer y beber.
El pan, el vino y la leche, para saciar al hombre, para que no tenga hambre. La salud bien atendida, con servicios médicos y medicinas a su alcance para que pueda vivir bien. Y por encima de todo comer y beber el cuerpo y la sangre de Cristo, asistiendo, todos los domingos, a la Santa Eucaristía, donde se recibe su Palabra: el alimento espiritual.
Quien tenga sed, vengan por agua, y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. Esto dice el profeta Isaías 55, 1-3
Todos deben comer. Que no haya ni un ser humano pasando hambre. Los países ricos, desarrolados, principalmente, deben ser solidarios, deben compartir para que no haya un ser pasando hambre en el planeta. El secreto está en dar lo que se tiene, sea poco o mucho. Dios hará lo demás.
Basta de egoísmo, de avaricia, de acumulación, de empresarios ricos que sólo piensan en la ganancia desmedida, basta de gobiernos y políticos corruptos, que se roban la felicidad de sus pueblos.
Inversión en salud, educación y alimentos; confianza para que haya creación de numerosos empleos para que lograr menos hambrientos y necesitados.
No vengan con el cuento, de manipulación de la mente de los hombres y mujeres, sobre la crisis alimentaria mundial. El planeta produce para todos. Olvídense de los biocombustibles o energía en base a la utilización de alimentos.
Habrán líderes exitosos y virtuosos en el mundo, el día que sobre la faz de la Tierra, no haya un ser pasando hambre y necesidades.
Jesús atendió al hombre en su necesidad espiritual y material. Dénle de comer y El multiplicó los panes y peces, y todos comieron hasta saciarse ( Mt , 4-4 )

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo