domingo, 29 de marzo de 2009

Sevir generosamente a los demás

El servir a los demás con generosidad debe estar en concordancia con el amor al prójimo. Es tener un corazón de carne que no un corazón de piedra.
La interiorización de los Mandamientos de Dios, que estos estén en lo profundo de la mente y del corazón, debe ser característica del hombre que está dispuesto a seguir a Jesucristo.
Seguir a Jesucristo, creer en él, tener fe y seguir sus enseñanzas expresadas en el Evangelio: ¨El que se ama a si mismo, se pierde; el que se aborrece a si mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna¨( Jn 12, 20 - 33 ).
Jesús llega a la hora de su glorificación, cuando ha servido, y por hacerlo, en aras de los demás, es el momento de su pasión, muerte y resurrección. El acepta en todo la voluntad de Dios.
Y dice Jesús: ¨Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mi ¨. Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo