Un venezolano asiste a un juego profesional de fúfbol en una de las principales ciudades de Noruega.
Va acompañado de sus anfitriones nativos de ese país, donde hay socialismo democrático.
Logra captar el inmenso fanatismo por el equipo de la ciudad.
Observa que, por ningún lado, hay venta de cerveza.
Pregunta, se hace entender... y le responden sus amigos:
¨No venden, está prohibido...¨
Y de inmediato, se acordó de cómo los estadios de Venezuela, cuando se escenifican los juegos profesionales, son ríos de cerveza los que se venden en ellos.
Y los jóvenes y no tan jóvenes, salen borrachos... Sálvese el que pueda!
Los equipos lucen uniformes donde, por nada en el mundo, se ven los nombres de los jugadores; pero si, las marcas de las cervezas...que ¨promueven el deporte¨...
Va acompañado de sus anfitriones nativos de ese país, donde hay socialismo democrático.
Logra captar el inmenso fanatismo por el equipo de la ciudad.
Observa que, por ningún lado, hay venta de cerveza.
Pregunta, se hace entender... y le responden sus amigos:
¨No venden, está prohibido...¨
Y de inmediato, se acordó de cómo los estadios de Venezuela, cuando se escenifican los juegos profesionales, son ríos de cerveza los que se venden en ellos.
Y los jóvenes y no tan jóvenes, salen borrachos... Sálvese el que pueda!
Los equipos lucen uniformes donde, por nada en el mundo, se ven los nombres de los jugadores; pero si, las marcas de las cervezas...que ¨promueven el deporte¨...
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo