Se nos pregunta, si el llamado socialismo real respetó los cuerpos intermedios de que habla la Doctrina Social de la Iglesia?. También se nos pregunta, que ¿ cómo fue la actitud del entonces gobierno polaco con el Sindicato Solidaridad ?.
Son preguntas que están vinculadas con la historia reciente. Y nos lleva, para responderlas, al recuerdo de Karol Wojtyla, quien nació en Polonia y viviera más de treinta años bajo el régimen comunista o socialismo real.
Electo Papa, Juan Pablo II, con su encíclica ¨Redemptor hominis ¨, de 1970, y de su primer documento social, ¨Laborem exercens¨, de 1981, comenzó una incesante labor de socavamiento del comunismo, por ser un sistema injusto que alienaba a la persona humana.
Surge Solidaridad en esa década del 70, en Gdansk, y cuenta con el apoyo de la Iglesia y del Pontífice.
Solidaridad, sindicato libre, expresión de los cuerpos intermedios entre Familia y Estado, de los cuales habla la DSI, al referirse al principio de orden social, llamado Subsidiariedad, es rechazado por el totaltarismo del gobierno polaco.
Ese gobierno, comunista, dicta una ley marcial y no sólo prohibe la existencia legal de Solidaridad, sino que encarcela y persigue a sus dirigentes, entre ellos, Leck Walesa, que se ven compelidos a actuar en la clandestinidad.
El gobierno polaco es consecuente con su naturaleza totalitaria, como actúan todos, ya sean comunistas, fascistas, que no aceptan la existencia de ciudadanos, de organismos intermedios, porque toda actividad social, económica, política, cultural, sindical, la monopolizan ellos. Impiden la libertad de expresión y económica, y permiten la existencia de monopolios controlados por ellos.
En 1986, obligado por las numerosas huelgas, por la presión internacional, por la presión del mundo libre y de la Iglesia, en especial, de Juan Pablo II, el gobierno liberó a los dirigentes de Solidaridad. Había caído el socialismo real o comunismo.
Son preguntas que están vinculadas con la historia reciente. Y nos lleva, para responderlas, al recuerdo de Karol Wojtyla, quien nació en Polonia y viviera más de treinta años bajo el régimen comunista o socialismo real.
Electo Papa, Juan Pablo II, con su encíclica ¨Redemptor hominis ¨, de 1970, y de su primer documento social, ¨Laborem exercens¨, de 1981, comenzó una incesante labor de socavamiento del comunismo, por ser un sistema injusto que alienaba a la persona humana.
Surge Solidaridad en esa década del 70, en Gdansk, y cuenta con el apoyo de la Iglesia y del Pontífice.
Solidaridad, sindicato libre, expresión de los cuerpos intermedios entre Familia y Estado, de los cuales habla la DSI, al referirse al principio de orden social, llamado Subsidiariedad, es rechazado por el totaltarismo del gobierno polaco.
Ese gobierno, comunista, dicta una ley marcial y no sólo prohibe la existencia legal de Solidaridad, sino que encarcela y persigue a sus dirigentes, entre ellos, Leck Walesa, que se ven compelidos a actuar en la clandestinidad.
El gobierno polaco es consecuente con su naturaleza totalitaria, como actúan todos, ya sean comunistas, fascistas, que no aceptan la existencia de ciudadanos, de organismos intermedios, porque toda actividad social, económica, política, cultural, sindical, la monopolizan ellos. Impiden la libertad de expresión y económica, y permiten la existencia de monopolios controlados por ellos.
En 1986, obligado por las numerosas huelgas, por la presión internacional, por la presión del mundo libre y de la Iglesia, en especial, de Juan Pablo II, el gobierno liberó a los dirigentes de Solidaridad. Había caído el socialismo real o comunismo.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo