Ante el conflicto Gaza - Israel

Venezuela durante muchos años ha sido - ¿ sigue siendo ? - modelo, sin alardearlo, de convivencia. Han vivido en paz- esa que no alcanzan en el Cercano Oriente - sirios, palestinos, libaneses, árabes, judíos y de otras nacionalidades afines. Se han respetado en la patria de El Libertador, Simón Bolívar.
Ese modelo nos confirió autoridad moral para ejercer diplomacia, política, en distintos organismos internacionales, entre ellos, la ONU, para proponer soluciones pacíficas en regiones conflictivas, como la de Gaza e Israel.
Palestina nos duele a todos. Jerusalén, también.
Ni apoyamos ataques de palestinos a Israel, ni de este país a Palestina. Sufre nuestro espíritu profundamente, porque mueren niños, otros son heridos y traumatizados, mueren adultos y ancianos. Sufren todos, la entera población. Sufre la Humanidad.
Venezuela ha debido fijar posición que contribuyera a la paz en esa región.
Yo admiro a los judíos y sus valores; pero no podría decir - sin faltarle a la verdad - que no cometan errores, pero no acepto que sólo se condene a ese pequeño, minúsculo pero gran país, como es Israel, ni mucho menos para elevar números políticos en picada. No quisiera pronunciarme en contra de diplomacias mediáticas, pero la conciencia me obliga a hacerlo.
He escrito, en varias ocasiones, que, a Israel, se le persigue por sus valores. Un país que ama a Dios y la libertad. Que le ha dado mucho a la humanidad y que, de 400 kms. cuadrados de desierto, ha hecho un oasis en esa extensión territorial. Israel es democracia en esa región.
La marcha que ha debido hacer nuestra querida Venezuela, ha debido ser por la paz en esa región. No otra cosa que nos parcialice por una sóla de las partes en conflicto y que nos pone en situación difícil para un futuro próximo.