martes, 23 de agosto de 2005

No al pastor

En El Nuevo Herald del día 23 de agosto, hay una noticia que se le atribuye al pastor evangélico Pat Robertson, según la cual, dicho pastor pide el asesinato de Hugo Chávez durante su programa de televisión.
No comulgo con esa posición aún cuando existan razones, más que justificadas, para oponerse al presidente Chávez y sus ejecutorias comunistas. No es esa la conducta a seguir; más tratándose de un religioso cristiano.
Como católico que soy, como ciudadano que soy, como demócrata, como hombre convencido de la No Violencia, propugno y predico su perdón; abogo por que se le juzgue con una justicia imparcial, independiente y autónoma por sus ejecutorias contrarias a la ley, a la constitución y a la libertad. Porque si bien es cierto, tuvo un orígen democrático, en cuanto a que fue elegido por el voto, su ejercicio es contrario a la democracia. Chávez tiene en su haber muchas y fundadas razones para ser enjuiciado; pero no para ser asesinado.
Ese pastor en vez de ayudar a los venezolanos a salir de esta pesadilla, lo que plantea es algo que de ocurrir, crearía graves consecuencias de llanto, dolor y lágrimas, peor a las que actualmente vive esta patria mancillada. Porque Chávez la ha mancillado con su entrega al castrocomunismo.
Nuevamente planteo al señor presidente Chavez que renuncie. Está a tiempo. Con ello salvaría a los compañeros suyos que rechazan ese camino del ¨mar de la felicidad¨. Salve su movimiento. Le queda aún tiempo.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo