sábado, 13 de agosto de 2005

Astolfo Inciarte, el Fundador

Han existido figuras anónimas que, durante su tránsito vital, actuaron sin creerse estrellas ni libertadores, con amor al trabajo, sencillez y humildad. Que fueron capaces de dejar un legado positivo para las generaciones posteriores.
Fueron de carne y hueso. Como humanos cometieron errores; pero éstos, jamás privaron sobre lo noble y trascendente. Sus grandes valores.
Hombres cuyos valores eran la honestidad, ser hermanos verdaderos con sus hermanos, ajenos a la envidia y al egoísmo; consecuentes en las buenas y en las malas con todos, familiares, amigos y no amigos; siempre inclinados por el bien; jamás se cogieron lo que no les pertenecía; incapaces de robarle a un hermano, a un amigo, a nadie.
Hombres que encajan en Corintios, La colecta. Por que? Porque daban lo mejor de si y daban también ayuda material al que lo necesitara. Nadie se caía con ellos.
Así era Astolfo Inciarte el Fundador: un hombre de valores a ser seguido por la sociedad.
El fue mi Padre. Que yo hable de él de esta manera, no lo demerita. Busquen testimonios y encontraran miles. Si miles.
Quiero aclarar que hablo de mi Padre con objetividad, fincado en esos testimonios ajenos a mi natural y justificado sentimiento por lo que fue en mi vida. El me quizo. Yo lo quize. Son numerosas sus enseñanzas que me han servido en la vida para seguir su ejemplo queriendo, como es normal, superarlo. Lo que hace a un Padre sentirse orgulloso de su hijo.
Padres y Ciudadanos como Astolfo Inciarte, el Fundador, hay pero mejores, difícil.
Escribo hoy sábado para la interpretación y para la comprensión. Seguro estoy que algunos sabrán por qué lo hago.
Cuando la luz disipe algunas tinieblas y resplandezca, más crisol tomará la figura de Astolfo Inciarte, el Fundador.
Quiero, en este instante, esbozar algunos breves rasgos biográficos de su personalidad.
Nació en la más extrema pobreza en un pueblito, llamado Arañadero, del antiguo Municipio Colón, hoy Catatumbo, estado Zulia de Venezuela, en 15 de setiémbre de 1921, a orillas del río, cuyo rayo aun sirve de inspiración de poetas, pintores y artistas de la región.
Su madre, a la que siempre adoró, porque era buen hijo, de virtudes cristianas elevadas, lo formó bajo principios y siempre con aquello de pobre pero honrado.
La vida la discurrió bajo el imperio de esos principios inculcados por su madre.
Fue campesino. Fue obrero.
Fue obrero en Maracaibo hasta alcanzar un trabajo en una empresa petrolera.
Pidió su liquidación.
Con el poco dinero de sus prestaciones sociales, montó una pequeña empresa de venta de víveres que, con el decurso del tiempo, se convirtió en Ferretería La Campesina, un valor del Zulia.
Se hizo por sus esfuerzos. Fiel cumplidor de la palabra. Cumplidor por adelantado de sus obligaciones. Legal en todo. Se ganó la confianza de empresas nacionales y extranjeras, bancos, personas naturales, instituciones públicas y privadas.
La sociedad venezolana y en particular avala todo lo antes expresado.
El se fue de este mundo el 22 de febrero de 2000.
Por sus valores es una Figura de Venezuela.

1 comentario:

  1. Cuando se tiene un hijo se tienen todos los hijos del mundo, pero cuando se tiene un padre es la esencia del todo...Juan Manuel

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Gracias por comentar.
Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo