Siempre he considerado que es más importante SER que tener. Que se debe tener para sufragar las necesidades básicas de alimentación, salud, educación, cultura y vivienda.
No significa que el hombre no pueda crear riqueza. Un estado debe permitirle condiciones, marcos, leyes, para hacerlo. Lo malo es el cómo de esa creación, si es ilícito o inmoral, que responda a pasiones bajas como la avaricia, la codicia o el egoísmo, o a la corrupción. Lo malo es que, aun cuando sean el producto del trabajo honesto, sus fines no sean en función del bienestar del hombre.
La riqueza tiene que ser bien distribuida para que haya bienestar para todos. Una manera de hacerlo por parte del Estado, es a través de los impuestos y que con ellos se garantice una seguridad social justa, y buenos servicios, entre ellos, la seguridad jurídica y de personas. Que se respete el derecho a la vida, el más importante de los derechos humanos.
Entre las causas de la crisis global financiera o económica están la avaricia, la codicia, la delincuencia, el maridaje obsceno, entre políticos y empresarios.
Recién, hay un ejemplo, que pudiera ser el producto de lo antes expuesto. Me refiero al caso del banco Stanford, donde su presidente en EEUU , Robert Allen Stanford, estaría incurso en fraudes y falsificaciones financieras por más de 9.000 millones de dólares.
Me preguntó una persona muy apreciada y querida por mi , ¿ tenía necesidad de ello, ese señor Stanford ? Indudablemente, que si, por estar, presuntamente enfermo de avaricia, y de falta de escrúpulos para actuar de manera delincuencial sin importar la suerte de los demás, donde quiza sean muchos los arruinados. Y es probable que, entre estos, hayan otros con los mismos males atribuidos al banquero hoy detenido por el FBI.
No significa que el hombre no pueda crear riqueza. Un estado debe permitirle condiciones, marcos, leyes, para hacerlo. Lo malo es el cómo de esa creación, si es ilícito o inmoral, que responda a pasiones bajas como la avaricia, la codicia o el egoísmo, o a la corrupción. Lo malo es que, aun cuando sean el producto del trabajo honesto, sus fines no sean en función del bienestar del hombre.
La riqueza tiene que ser bien distribuida para que haya bienestar para todos. Una manera de hacerlo por parte del Estado, es a través de los impuestos y que con ellos se garantice una seguridad social justa, y buenos servicios, entre ellos, la seguridad jurídica y de personas. Que se respete el derecho a la vida, el más importante de los derechos humanos.
Entre las causas de la crisis global financiera o económica están la avaricia, la codicia, la delincuencia, el maridaje obsceno, entre políticos y empresarios.
Recién, hay un ejemplo, que pudiera ser el producto de lo antes expuesto. Me refiero al caso del banco Stanford, donde su presidente en EEUU , Robert Allen Stanford, estaría incurso en fraudes y falsificaciones financieras por más de 9.000 millones de dólares.
Me preguntó una persona muy apreciada y querida por mi , ¿ tenía necesidad de ello, ese señor Stanford ? Indudablemente, que si, por estar, presuntamente enfermo de avaricia, y de falta de escrúpulos para actuar de manera delincuencial sin importar la suerte de los demás, donde quiza sean muchos los arruinados. Y es probable que, entre estos, hayan otros con los mismos males atribuidos al banquero hoy detenido por el FBI.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo