
Todos me han expresado sus quejas por lo difícil del ejercicio de la profesión.
En tono de humor negro, uno de los colegas, al preguntarle qué hacía, respondió:
¨Desgraciadamente, ejerciendo.¨
Lo dijo, riéndose.
Una colega me abordó y me preguntó:
Qué le parece la profesión ?
A todos les he manifestado mis opiniones al respecto.
Una de esas opiniones la transcribo a continuación:
Nuestra profesión siempre ha sido difícil, ardua, compleja y azarosa.
Les cito obras, como La lucha por el derecho de Von Ihering, y la novela El Proceso de Kafka, y les destaco que, escritas hace muchos años, y en realidades distintas a las nuestras, parece que se hubieran inspirados en la nuestra.
Y no porque hoy esté amenazada la libertad en Venezuela, sino porque siempre esa lucha ha sido difícil.
Otra opinión, que se la expresé hoy a la colega, fue la siguiente:
Nuestra profesión es la más linda de todas las profesiones, con todo el respeto a éstas.
Por qué ?
Porque nosotros debemos luchar por la libertad en medio de pasiones.
Que éstas no pueden ni deben embargarnos, porque sufrimos. Que somos confrontadores y siempre tendremos que serlo.
Pero, eso si, debemos respetarnos y exigir respeto. Hacer tomar conciencia que ejercemos una función pública legal. Que le debemos respeto a funcionarios y a colegas, a jueces, fiscales, militares, etc., pero que éstos están obligados a respetarnos.
Siempre será difícil nuestra profesión. Por eso yo he dicho, en muchas ocasiones, que el abogado en ejercicio es un gladiador por la justicia y el derecho. No debe claudicar jamás.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo