jueves, 21 de septiembre de 2006

La globalización y los débiles

Yo creo en la globalización y su potencial para mejorar la calidad de vida de todos en el planeta. Esa potencialidad no se ha producido. Son muchos los que vienen pereciendo sin que se concretice.
Me refiero a los niños, jóvenes, ancianos y, en general, a los débiles.
Hasta el momento el rostro de la globalización no es humano.
Esa globalización ha llevado a una injusta y obscena concentración de la riqueza en una élite mundial. Anda estableciendo salarios baratos para desmejorar la calidad de vida de la gente o población mundial. Para que en franca e indetenible decadencia vaya prolongando su vida hasta el final. Lo logrará?
El hombre es grandioso y seguro estoy que sus luchas haran cambiar el estado de injusticia actual.
El Estado de bienestar es su fin. No cejará hasta conquistarlo.
Existe otro tipo de globalización?
Parece que si.
Los países escandinavos la vienen practicando. Son países con riqueza pero sin pobreza. Su gente es su principal riqueza. Como tiene que ser.
Triste resulta la existencia de países ricos con pueblos pobres.
Hacia el modelo escandinavo hay que caminar con rapidez. Basta de cumbres que sólo producen viajaderas presidenciales y más pobreza para los pueblos.
Ese modelo se caracteriza por la eficiencia de los gobiernos y del sector privado. La corrupción es casi inexistente. La corrupción es un crimen que va en contra de la vida. Viola los derechos humanos.

En ese modelo hay inversiones en educación e investigación, junto con una red de seguridad social fuerte, que conduce a mejores estándares de vida para todos.
La globalización de rostro humano requiere de dos requisitos, que se resumen en redistribución, en lo material, y en valores.
Los valores implican respeto por el ser humano. Ser solidario.
La globalización tiene que ser regulada mediante un Derecho Internacional y una Justicia Internacional que sea acatada por todos, tanto países como corporaciones.
Se está a tiempo de militar activamente en el desarrolo de estas ideas. Es cosa de justicia para que haya paz mundial.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo