domingo, 13 de julio de 2008

Después de la Homilía. La Palabra de Dios: semilla de vida eterna

Hoy se nos plantea la Parábola del Sembrador.
La semilla germina en quien se deja llevar por la Palabra de Dios. En esto consiste la Parábola.
La tierra para que germine tiene que tener condiciones. El campesino sabe cuáles son esas condiciones y tiene la paciencia para cumplirlas.
El campesino espera el momento adecuado para sembrar. Rotura la tierra, la riega o espera que el cielo envíe la lluvia; después, procede a lanzar la semilla. Esta germina. Dará sus frutos.
No germinará en tierra desértica.
Igual sucede con el hombre y la Palabra.
El debe hacer un trabajo en su interior, estudiar e interiorizar la Palabra. Deberá dejarse llevar por ésta, y dará en él, abundantes frutos. Es ese el cultivo de la Fe.
La Fe es creer en el poder infinito de Dios para hacer lo imposible. Es ser como Abraham, que creyó ciegamente en Dios.
Jesucristo es el sembrador de la Palabra en el hombre. Sigamoslo.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo