domingo, 20 de agosto de 2006

No a la abstención

Respetar criterios y a sus exponentes, es una manera de ejercer la cortesía en todas las actividades. Es tolerancia.
En este orden, quiero reiterar mi criterio respecto a la abstención que sustentan individualidades que merecen consideración.
Y lo hago inspirado en el artículo, AD contra AD, de Manuel Caballero publicado en www.eluniversal.com., de hoy domingo 20 de agosto.
Dejo claramente establecido que rechazo la posición abstencionista de Acción Democrática por ser contraria a su historia, e insisto en mi criterio que he dejado sentado en Escritos en el Tiempo.
Por supuesto, que alimentaré mi posición con los ejemplos a los cuales se refiere el destacado historiador y escritor antes citado.
En efecto, Rómulo Betáncourt no le prestó atención a aquello de las ¨condiciones electorales¨ cuando AD inscribiera, en 1941, a Gallegos, para las elecciones presidenciales de ese año que, para nadie era un secreto, ya tenía escrito un ganador: Medina Angarita.
Gallegos fue un ganador simbólico en esas elecciones, y al cambiar las ¨condiciones¨, en 1947, ganó, en comicios transparentes, directos y secretos, la presidencia de la República.
En la dictadura de Pérez Jiménez , Betáncourt, desde el exilio, llamó a la abstención, y el bravo pueblo adeco no lo acató y votó, abrumadoramente, con la tarjeta amarilla de URD, en contra del régimen. Y lo venció.
Lo que hay es que lanzarse a la calle a defender el voto y allí no hay ¨condiciones¨que valgan. Es el bravo pueblo, el soberano, el que impondrá esas condiciones y hará respetar su voluntad.
Razón tiene Petkoff cuando afirma que Rosales no se dejará entrampar por las condiciones del CNE. Manuel está claro cuando afirma que cobrará su triunfo e invita a salir a la calle a defenderlo que. seguro estoy, se hará realidad el próximo 3D.
Vuelvo con mi criterio.
Cuando el hoy presidente ukraniano fue víctima de un envenenamiento que le desfiguró el rostro, siguió la lucha ardua y compleja, peligrosa, y al frente de su pueblo, derrotó al régimen victimario imperante; lo hizo con el voto.
Cuando Pinochet quizo desconocer el triunfo del pueblo chileno, éste, con la dirigencia unitaria al frente, lo derrotó. Lo hizo con el voto y hoy tenemos, en ese gran país, una unidad gobernante que ya lleva varios períodos presidenciales y quien sabe cuántos más.
Ocurrió lo mismo con Nicaragua. Ortega fue derrotado por el voto, y por la unidad y coraje del pueblo que impuso a Doña Violeta de Chamorro.
Son sólo algunos casos, donde las ¨condiciones¨en nada favorecían a la oposición. Lo que contó fue la valentía de los pueblos en la calle.
Venezuela el 3D no será la excepción. La Unidad Nacional, con Manuel Rosales al frente, se impondrá, y no valdrán ¨condiciones¨. Valdrá la voluntad del pueblo. Manuel Rosales ha dicho que pondrá su vida al servicio de esa voluntad.
Lástima que AD tenga esa posición abstencionista de espalda a lo que el pueblo quiere. Ojalá y antes del 25 de agosto, inscriba en el CNE la candidatura de Manuel Rosales: la de la Unidad nacional. Estaría en sintonía con su gloriosa historia de partido del pueblo.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo