sábado, 1 de julio de 2006

El libro olvidado y sus enseñanzas

Hay que tener una mente amplia y no tener apego a nada.
El libro, La fuerza del espíritu, de Wayne W. Dyer, cuyo subtítulo es Hay una solución espiritual para cada problema, se me quedó, por olvido, en el avión que nos traía de Miami a Maracaibo.
La primera e instantánea reacción fue de tristeza ante el olvido; pero, inmediatamente, deseé para el que lo encontrara, lo mejor. Que le sirviera de gran beneficio espiritual, y que por intermedio de esa persona se de una cadena de beneficiados.
Y pensé que, si esa persona, ve mi nombre impreso en el libro, como señal de propiedad, me haga el favor, no de devolvermelo, sino que piense que fui un instrumento de Dios para el bien de muchos. Me imaginé a éstos, dandole aportes positivos a una parte de EEUU, gran país, que tanto los requiere; esa parte que, bien pudiera ser Miami, hermosa ciudad que siempre llevaré en mi corazón.
No son deseos solamente. Es una actitud permanente por divulgar valores, entre estos, el que reine lo espiritual sobre lo material. Que haya tiempo para el Amor a Dios, al prójimo y a uno mismo; que haya sociabilidad. Que esta vaya más allá de la rebelión de pies al desnudo en los malls.
Dyer no habla de religión, sino de espiritualidad. No tiene nada en contra de ninguna religión.
A mi me gusta decir, la riqueza del Espíritu. De esa riqueza que es inagotable y que todo lo puede. Esa riqueza es Dios.
El libro olvidado no lo había terminado de leer. Lo llevaba adelantado. Preparando su releectura, análisis, y posterior internalización.
Leyendo el libro olvidado afirmé aún más que Creo en Dios. Que creo en el Espíritu. Que creo en el amor al prójimo como a mi mismo. Que es más importante ser que tener. Que hay que dar. Que al dar, de lo mejor de mi. Que esto ocurra en todas las actividades que realice.
Importante es el silencio. A través del silencio me ubico en la Mente de la mente, en el Ojo del ojo.
Ante los obstáculos, escuchar al corazón.Conviene seguirlo siempre.
Hay un excelente análisis de la oración de San Francisco de Asis.
Dice esta plegaria:
¨Señor házme instrumento de tu paz.
Que donde haya odio,
siembre haya amor
donde haya duda, fe;
donde haya desesperación, esperanza;
donde haya tinieblas, luz;
donde haya tristeza, alegría.
Concédeme maestro bueno:
que no busque ser consolado
sino consolar;
no ser comprendido,
sino comprender;
ser amado, sino amar.
Pues es dando
como recibimos;
perdonando
como seremos perdonados
y muriendo como naceremos
a la vida verdadera.
Amén.
Creo, estoy seguro, que el olvido produjo un regalo.
A quién, no sé.

1 comentario:

  1. LA FELICIDAD NO DEPENDE DE COMO ESTA ARREGLADO TODO, SINO COMO DECIDIR SER FELIZ...THE POWER OF INTENTION WAYNE DYER.

    Uno de los autores favoritos!
    seguramente quien encuentre ese libro y tenga la dicha de leerlo y el placer de interiorizarlo al terminar sera un mejor Ser Humano. Bendiciones!

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Gracias por comentar.
Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo