jueves, 13 de abril de 2006

Benedicto XVI y sus cumpleaños

En mi cuaderno de notas, escritas a mano, deleite especial para mi, el título es otro. Reflexiones ante el cumpleaños doble de Benedicto XVI era el nombre.Pues bien procedí a cambiarlo. No sé por qué.
El 16 de abril cumple años de edad Joseph Ratzinger. Benedicto XVI, uno como Papa.
Precisamente, el 19 de abril de 2005 fue elegido para sustituir a Juan Pablo II.
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo, en la Alta Baviera, Alemania, a las puertas de la Pascua.
Nació en el seno de una familia humilde sin ¨ser pobre en el sentido literal de la palabra¨.
Su padre tenía garantizado un ingreso mensual que les permitió vivir¨una vida sencilla, de austeridad... y experimentar alegrías que no se ¨obtienen en una vida de abundancia¨.
Reflexiono ante la miseria de numerosos seres en el planeta, que no tienen nada y no obstante ríen, y expresan alegría. Qué deben hacer, cada día más, los poderosos, para que puedan haber garantías de un ingreso mensual y puedan producirse cuadros familiares como el que vivió Ratzinger en su niñez.
Sus padres eran religiosos. Su padre era de convicciones religiosas inquebrantables.
Fue una formación llena de amor, calor y valores, fundamentalmente cristianos, recibida en un hogar modesto.
Combinación de formación cristiana y de tener poco para satisfacer, aún con ciertas preocupaciones financieras, las necesidades básicas de todo ser humano.
Pareciera que la abundancia es contraria a esa felicidad por ¨cosas muy pequeñas¨que permiten ayudarse unos a otros.
Respecto a este asunto, dice Ratzinger, que esa vida modesta, de cierta preocupación en lo financiero, originó en nosotros una solidaridad interior, que nos unió aún más.
Yo recordaba con mi esposa, en días pasados, nuestro orígen. Nuestros padres, que eran obreros, tenían garantizados un ingreso mensual, y poco, muy poco, teníamos, y eramos felices, solidarios, humanitarios...Había que ver cómo se compartía, cómo se era alegre y amable. Nunca olvidaré las navidades de mi infancia.
Ambos agradecemos que nos quedaron grabados esos valores para siempre.
A veces pienso que los que tienen poco dan más que los que tienen mucho y nadan, ahogandose, en riquezas. Que me perdonen los ricos. Ser rico no es malo, pero hay que dar más, ser solidarios, muy solidarios.
Es probable que el mensaje no dicho expresamente por Ratzinger, al recordar su niñez, esté dirigido a los poderosos, a los ricos, y al compromiso con los pobres del planeta.
Y Benedicto XVI cumple un año. Ya su Papado empieza a dar sus frutos. Reconocido, como una sorpresa, tanto por la derecha como por la izquierda.
No puede ser de otra manera. Porque se trata de un hombre comprometido con la fe, el amor a Dios y los valores cristianos.
Vengo leyendo La Sal de la Tierra de Joseph Ratzinger, una conversación, entrevista, con Peter Seewald.
De este libro, que invito a leer, extraigo el contenido de las comillas precitadas.
En esa obra podemos precisar Quién es y cómo piensa Benedicto XVI.
Yo prometo en entregas sucesivas referirme al contenido y sus proyecciones de gran actualidad.
Adelanto desde ya que la labor de Benedicto es y será trascendente para la humanidad. El viene respondiendo a los peligrosos tiempos del presente con la palabra eterna y siempre nueva de la Iglesia.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo