jueves, 28 de febrero de 2008

El que siembre vientos...

Recuerdo siempre a un distinguido colega, que èl siempre decìa que, en toda instituciòn, hay que tener sentimiento de cuerpo. El se referìa, al Poder Judicial, en tiempo de cuando quien escribe, era Juez.
Lo digo, como una sana recomendaciòn, para algunos sacerdotes que, como presuntamente estàn bien con el gobierno, se olvidan de que mañana pueden venir por ellos. Y les recuerdo lo que, en su època, le tocò vivir al obispo Fisher y a Tomàs Moro, ante el rey Enrique VIII, ante la complacencia de la mayorìa del clero. Resultado: el advenimiento de la Iglesia Anglicana y la separaciòn de Roma, y el monarca, rey de la Iglesia.
Lo digo ante lo que acaba de ocurrir: la toma del Palacio Episcopal por un grupo encabezado por Lina Ron.
No creo del todo que Lina Ron procediò por su cuenta, ni creo que lo hizo por estar su grupo, supuestamente de ultraizquierda, infitrado por la CIA. Ella lo hizo en atenciòn a aquello de ¨siembra vientos y cosecha tempestades ¨, que ha sido el verbo, el discurso del presidente Chàvez desde que llegò al poder. Va a venir ahora a decir que rechaza la violencia. Yo celebro que lo haga, pero no creo que haya sinceridad en el presidente. Dificilmente se le puede creer.
Y no sòlo fue con el Palacio Episcopal. Tambièn fueron contra Globovisiòn y tambièn es vàlida la sana recomendaciòn hecha a algunos sacerdotes para los dueños de otros medios, que se hacen los locos ante lo que sucede con ese canal de noticias y que ayer ocurriera con RCTV.
Presidente, no es la CIA, es usted el responsable del clima de volencia que vive Venezuela. No escurra su bulto ni mucho menos su responsabilidad. Y no olvide que quien siembra vientos cosecha tempestades...
Para usted ya le es tarde ser un presidente para la paz y la concordia entre los venezolanos.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo