lunes, 27 de junio de 2005

Rómulo Betáncourt y Hugo Chávez según Teodoro Petkoff

En Diálogo con..., que conduce Carlos Croes por Televen, del día domingo pasado, Teodoro Petkoff, ante una pregunta del agudo periodista antes citado, y comparar a Rómulo y Chávez dijo: Rómulo era el primero entre iguales, en cambio, Chávez, es el único entre los suyos.
Por cierto, el entrevistador tenía en sus manos la más reciente producción del destacado político venezolano, Dos Izquierdas.
Para Petkoff, si bien Betáncourt tenía carácter autoritario, era de conciencia democrática; pero Chávez es autócrata y no es de conciencia democrática.
Betáncourt era primero entre iguales. Jamás carajeaba a ninguno. Respetaba a sus iguales, siendo el primero; respetaba a Juan Pablo Pérez Alfonzo, Gonzalo Barrios, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto, los mencionados a guisa enunciativa de ejemplos, pero pueden mencionarse otros, como Valmore Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Raúl Ramos Giménez, Rómulo Gallegos, que también ha podido mencionar Petkoff.
Acción Democrática estaba conformada por una pléyade de hombres y mujeres que no se dejaban carajear.
No ocurre así con Chávez que carajea a todos, tanto ministros como a dirigentes de su partido MVR.
Afirmaba Petkoff que Betáncourt tenía interlocutores en su partido con quienes se tomaba un café y conversaba de cualquier materia de tu a tu; en cambio Chávez, con quién puede hacerlo, con William Lara, se preguntaba el fundador del MAS. Con nadie, porque todos le dicen si a todo lo que les ordena Chávez.
En el CEN de Acción Democrática, había discusión democrática. Jamás le hubiera permitido ese órgano de dirección partidista que carajeara a ninguno de sus dirigentes.
Petkoff calificó al programa Aló Presidente de patético. Ningún ministro se puede negar a no estar presente en uno de esos maratónicos programas. Ninguno se atreve a decirle no al presidente.
En ese programa los ministros tienen sólo quince minutos de receso para ir al baño o comerse a la carrera un sandwich.
Ante las ocurrencias de Chávez tienen que aplaudir a juro. Y se les nota fastidiados, cansados y hasta fingen reir...Todos reciben órdenes y punto.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo