viernes, 27 de mayo de 2005

Figuras de Venezuela

En esta ocasión, vamos a traer a esta página a Rómulo Gallegos. No nos vamos a detener en su extensa obra, valiosa por su alto contenido pedagógico, compuesta de ensayos, cuentos y novelas, destacándose en este difícil género literario con Doña Bárbara, Cantaclaro, Canaima y Sobre la misma tierra; sino en el mensaje que el Maestro de Maestros, ejemplo de dignidad, legara para la posteridad.
Ese legado podríase resumir en aquello que dijera a los militares cuando, en el ejercicio de la Presidencia, que le diera el pueblo en libérrimas elecciones, quisieron imponerle condiciones y el Maestro valientemente rechazara. Dijo: ¨Mis posiciones no son cuestiones personales, sino mandato de las leyes que he jurado cumplir¨. Por supuesto, fue depuesto en artero y certero golpe, de esos que han pululado en América Latina y que le han impedido a esta región poder contar con instituciones sólidas y libertad plena.
A Venezuela le costó el 24 de noviémbre de 1948, la pérdida de la civilidad y la de un Presidente de postín, que hubiera educado al pueblo para el ejercicio de la legalidad, y que, en un ejercicio especulativo prospectivo, le hubiera significado al país desarrollo moral y material.
Gallegos le trasmitió a los venezolanos que hay que respetar la Ley y el Estado de Derecho; no amar ni seguir caudillos. Que se debía seguir y ejecutar un proyecto país, con paciencia, sin prisa pero sin pausa. Sin desmayar. Teniendo a la educación como nuestra y primera empresa.
Hacía énfasis el Presidente Educador de que la causa de nuestros males está en nosotros mismos. No en el vecino. No como hoy y ayer se pretende hacer ver.
Sigue vigente Rómulo Gallegos, ejemplo de juventud.

1 comentario:

  1. yo nunca entendí como Gallegos pudo ser adeco y prestarse a ser presidente. El apoyo que le dió a sus compañeros de partido en esa aventura nefasta que fué el 18 de Octubre de 1945 deja mucho que desear. El resultado fué una presidencia mediocre con escaso control del estamento militar que degeneró en la dictadura perezjimenista. Supongo que Gallegos se arrepentiría de esto con los años, después de todo fué un hombre íntegro que amaba a su país. Mejor novelista que político.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo