domingo, 21 de octubre de 2007

¨Ver a jesucristo a diario con todas sus máscaras de aflicción ¨

El título de estas notas corresponden a una cita que hago de la Madre Teresa de Calcuta que, viendo a Jesucristo en todos los que sufren, alcanzó la santidad.
La honestidad obliga a decir que la obtuve del libro de Wayne W. Dyer, titulado, El poder de la intención.
Hay que tener presente que la existencia humana siempre remite a algo distinta a ella misma. Solo en ese caso el hombre de verdad, solo es totalmente dueño de si mismo cuando se consagra a una tarea, cuando es capaz de olvidarse de si mismo al amar al prójimo. No perder de vista que éste es quien está cerca de ti, al que conoces...
Eso hizo Jesús. La santa citada lo siguió.
Vivir es sufrir. Sólo sobrevive quien es capaz de enfrentar el sufrimiento.
Vicktor Frankl escribió un libro que tituló El hombre en búsqueda de sentido.
En esa obra se explica la experiencia que lo llevó a la creación de la logoterapia.
El con sus pacientes, como psiquiátra que era, aquellos con depresiones y conductas suicidas, obtenía, como experiencia, que eran personas que habían perdido toda esperanza de vivir. En el caso de los suicidas se producía un apagón mental.
Yo sostengo que, el hombre creyente, de fe, jamás se desmorona, porque siempre creerá en Dios, y si tiene además razones para vivir, menos..
Repito, hay que amar a Dios por encima de todas las cosas, con todo el corazón, y tener una causa, una razón para vivir.
Frankl, que padeció el holocausto, por el solo hecho de ser judío, y que perdió padres, hermanos y su joven esposa, sabía que los hermanos suyos, incluso sobrevivientes, perdieron la razón de vivir.
En circunstancias horrorosas nace la logoterapia. Recurso neurológico para la curación de enfermedades nerviosas fundadas en conflictos emocionales.
Frankl se acostumbró a ver la belleza en toda situación por difícil que fuera. Lo experimentó en carne propia.
Afirmaba que al no enfocarse en lo feo no atraemos fealdad a nuestros pensamientos.
Hay que tener un por qué para vivir, teniéndolo siempre encontraremos un cómo lograrlo.
Ante el sufrimiento, orar sin cesar, rezar, hablar con Dios; y acudir a la imaginación que es la última de las libertades humanas: la actitud personal ante un conjunto de circunstancias.
La imaginación es rica.
Qué mantuvo a Teresa de Calcuta y a Juan Pablo II en sus enfermedades graves? La misión que tenían y que cumplieron a cabalidad sin dejar de actuar jamás. Y que vieron a Jesucristo en cualquier semejante que sufría. Jesús era el ejemplo.

1 comentario:

  1. Saludos Rafael, escribí algo medio relacionado con tu último escrito hace tiempo, si tienes un tiempito leelo,
    http://desorden.bipolar.com.ve/?p=34

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Gracias por comentar.
Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo