lunes, 3 de septiembre de 2012

La libertad económica


“Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya” (Gén 1, 27)
Prefiero hablar de persona y obviar la palabraindividualismo, que se le ha desnaturalizado al asociarla a egoísmo eindiferencia ante las necesidades de los demás.
Hablo de persona, que tiene libertad. Me refiero al serhumano que fue creado por Dios a su imagen, no igual.
El hombre fue colocado en el jardín para cultivarlo ycustodiarlo, usándolo según unos límites bien precisos (Gen 2, 16 – 17). No ledio una libertad ilimitada sobre la creación.
¿Qué enseña Dios?
Que “rico” es el ser humano que pone su confianza en lascosas que posee más que en Dios. Es el hombre que se hace fuerte mediante lasobras de su talento y de sus manos, y que confía solo en esa fuerza. Es elverdadero pobre, así esté reventando de riqueza.
¿Qué sigue enseñando Dios?
Que se puede tener propiedad legítima, riquezas, paraadministrarla bien y compartir.
Hay que poseer para poder compartir, como lo sostieneClemente de Alejandría. Hay que tener conciencia que la propiedad originaria esde Dios.
Cristo vino a instaurar el “Reino de Dios” para infundir suEspíritu y cambiar los corazones. Para ser fraternos, solidarios, y quecompartamos con los necesitados.
¿En qué consiste la salvación cristiana?
En la liberación de necesidades y de la posesión misma. Esesto liberación integral.
El cristiano en su accionar económico debe guiarse por lo queenseña Jesús. Tener presente que moral y economía, religión y economía, no sonantagónicas o distantes entre sí. Llevar en su conciencia que el hombre es elcentro y el fin de toda la vida económico-social.
¿Qué dice la Doctrina Social de la Iglesia?
Que la libertad en la economía es un valor fundamental y underecho inalienable que hay que promover y tutelar. El libre mercado, verdaderamentecompetitivo, es un instrumento eficaz para conseguir objetivos de justicia,entre ellos, moderar los excesos de ganancias de las empresas y responder a lasexigencias de los consumidores, dentro de unos sólidos contextos jurídicos ysana competencia.
Ya lo decía Juan Pablo II, que el libre mercado tiene quetener sus límites, porque hay importantes exigencias humanas, que requierenbienes, que por su naturaleza, no son, ni pueden ser negociables o simplesmercancías (Encíclica Centesimus annus 40).
¿Cuál es el papel del Estado?
Crear condiciones favorables al libre ejercicio de laactividad económica y garantizar principios como el de la subsidiaridad,solidaridad y el de establecer límites a la autonomía de las partes,defendiendo a la más débil.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo