sábado, 7 de enero de 2006

Palabras que ojalá lleguen al Gobernador del Zulia y al Alcalde de Maracaibo

No sé hasta donde pueden llegar estas notas que semanalmente publico en Escritos en el Tiempo.
Sé que es una magia de alcances difíciles de definir.
Hago esta introducción porque quisiera poder precisar los efectos de esas notas; pero haciendo abstracción de estas consideraciones, quiero dejar consagrado que escribo para no morir. Escribo para darle sentido, trascendencia y utilidad a mi vida. Escribo por aquello de que escribe que algo queda. Escribo para ejercer la libertad y la responsabilidad que conlleva. Escribo porque sé el valor de la palabra y que es mayor cuando se hace por escrito. Deseo que lo que escribo llegue a la conciencia de quien se tome la molestia de leerme.
Pudiera pensarse que estoy estructurando un artículo del por qué escribo. No es ese el propósito.
En esta oportunidad lo hago para dirigirme al Gobernador del Zulia y al Alcalde de Maracaibo.
Comienzo por decirles, con todo respeto, que Maracaibo tiene un ambiente de gran ciudad. Está bonita. Museos, teatros, cines, malls, restaurantes, cafés, animación cultural y artística; calidad en la pintura, escultura, música; gente alegre; medios de comunicación que nada tienen que envidiar a otros; liceos, colegios, universidades; jóvenes con inmensa sed de conocimientos...Y permítanme afirmarles que todas esas manifestaciones se reflejan en todo el Estado, y que conste, que son consecuencias de la acción o ejecución de políticas regionales y municipales porque el gobierno central poco hace en ese sentido. El Zulia relámpaguea como su rayo.
Actividades comerciales, agropecuarias, petroleras, industriales, se realizan en el Zulia no obstante las dificultades que el gobierno central pone en el camino para impedir la libertad económica o de emprender.
Quisiera expresarles, distinguidas autoridades regionales, que rechazo el pensamiento de considerarles a ustedes delincuentes como a la recíproca ustedes se imputan. Creo en la probidad de ustedes hasta que no me prueben lo contrario.
Desearía manifestarles que hay graves problemas en el Zulia. Ustedes mejor que yo los conocen y saben que mantienen en vilo al zuliano en cuanto a su seguridad, tanto de personas como de bienes, y su bienestar ante servicios públicos con serias fallas en su funcionamiento. Por tanto, el Zulia los quiere unidos, hoy más que nunca. Desearía verlos sentados en una mesa, con sus diferencias que son necesarias, pero dispuestos a defender la autonomía y descentralización regional. Para que se dediquen, junto con la sociedad civil, empresarios y trabajadores, a la solución de sus acuciantes problemas. Defender la descentralización es hacerlo para todo el país, en momentos de colapso económico y social que se desprenden de políticas nacionales desacertadas como el caso del viaducto La Guaira Caracas que tiene en suspenso a todos los venezolanos.
Esa descentralización, que deberían defender es de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo para que gobiernos, tanto central como regional y municipal, se fortalezcan y pueda beneficiarse toda la población nacional.
Ciudadanos, Gobernador y Alcalde, hagan un mayor esfuerzo de desprendimiento. Lo tienen suficiente para hacerlo. Contarían con el apoyo de todos los que, como ustedes queremos al Zulia y a Venezuela. Es hora de grandeza. No de pequeñeces que no deben albergarse en hombres útiles y valiosos como ustedes. Tienen la palabra.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo