jueves, 17 de marzo de 2005

El drama de Venezuela.

Estando sentado en un mall de Miami, estudiando Inglés, mi concentración la interrumpió una viejita... Se me acercó y me preguntó: aquí venden cigarros? No, señora. Caramba, yo me traje una cajetilla y ya se me acabó. No consigo y los americanos no me gustan. Le pregunté: de dónde es usted? Lo hice para confirmar lo que el oído había captado. De Venezuela. Seguro que eran Belmont. Ajá.
- Que difícil es dejar de fumar. Es una adicción y lo grave es que yo sé los daños que le ocasionan a la salud. Yo sé todas las campañas que existen pero...de cualquier droga no es fácil salir, se requiere de poderosa voluntad y de tratamientos también.
- Como la noté ansiosa deseé darle un cigarrillo pero yo no fumo. le dije: en este mall los empleados salen a fumar afuera. Es prohibido hacerlo dentro. Inmediatamente empezó a hablar sin parar. La escuché con detenimiento.
- Mire yo perdí la ilusión de mi vida.
- Pero si usted es joven. Cómo dice eso. Perdón qué edad tiene usted, 47años.
- La vida es bella, con todos sus obstáculos.
- Déjeme contarle. Yo vivía feliz. Casada con un hombre que fue excelente. Insigne trabajador. Que jamás se enfermó, que nunca fue operado. Siempre sano y fuerte. El votó por Chávez. Yo no. Mi hermana mayor me alertó. Me dijo que tenía analizado al personaje y sus futuras actuaciones. Después le hablaré de mi hermana mayor.
- Mi ilusión, continuó, mi ánimo de vivir, terminó aquel día fatídico.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo