viernes, 1 de marzo de 2013

Desde Castel Gandolfo...

Ha paseado por los jardines del palacio, ha escuchado música sacra, dormido bien, luce sereno y tranquilo. Temprano hoy, ha oficiado la santa misa.
Está leyendo a Hans Urs von Balthazar, un teólogo católico.
Por supuesto, que quien lea estas notas, sabe a quién me estoy refiriendo: al santo Papa Emérito Benedicto XVI.
¿Y quién es ese teólogo y que nos dice?
Primero, destaco que fue jesuita, pero en 1950 abandonó la orden de la Compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote en 1936.
Segundo. Fue un incomprendido de la jerarquía eclesiástica.
Junto a Joseph Ratzinger y Henri de Lubac fundó la revista Communio.
A él se le negó ser invitado al Concilio Vaticano II, donde casi unánimemente se le reconoció su talla de profundo pensador católico.
Juan Pablo II lo creó Cardenal, pero falleció dos días antes de ser ordenado como tal. Esto ocurrió en 1988.
La pregunta que surge ¿Por qué lo lee en este momento el Papa Emérito?
Sería interesante hacer un estudio exhaustivo de la obra de Hans Urs y pensar también en los efectos de la renuncia de Benedicto XVI.
Uno de los textos de este teólogo incomprendido en su momento, se titula: Hay que examinarlo todo y quedarnos con lo bueno.
Y otro de sus libros: Batid Bastiones; que nos lleva a que la Iglesia no puede aparecer en el mundo moderno como una enemiga del mismo o una fortaleza cerrada ante los cambios que se demandan hoy. Ella debe dejarse interpelar para renovarse de los tesoros escondidos u olvidados o aun no descubiertos que contiene el depósito de la fe. Esta es Amor.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo