domingo, 22 de octubre de 2006

Cien años

Más de una persona, atentas a la página Escritos en el Tiempo, se ha preguntado y me han inquirido, indagado, qué es eso de Cien años.
Hoy respondo, en este artículo que voy a desarrollar, lo que pasó.
Resulta que luego de elaborado el trabajo, referente al título Cien años, al momento de su publicación ocurrió algo, vamos a calificarlo de problema tecnológico, y lo que salió fue sólo esa intitulación.
A qué se refiere?
A que hace ya varios años vi, en un programa de opinión capitalino, una entrevista al Sabio venezolano Enrique Tejera. Me sorprendió que, el protagonista de la misma, era un hombre que acababa de cumplir Cien años de edad y estaba lúcido.
Posteriormente, me refería al respeto que inspiraba, y recordé el tema que he venido exponiendo en estos días, el de la consideración y reverencia que debe la sociedad tener para con sus mayores, por su sabiduría, y tenerlos en cuenta siempre.
Hacía mención a ancianos venerables que fueron presidentes de Venezuela en momentos de serias dificultades para su gobernabilidad; dificultades que, dicho sea de paso, no han desaparecido, que preocupa a muchos en el país.
Me refería a Ramón J. Velásquez y a Rafael Caldera en la historia reciente de la patria de Bolívar, Miranda, Sucre, Páez, Urdaneta y de todos los venezolanos.
Estoy escribiendo lo que quedó grabado en mi memoria.
Traía a ustedes, apreciados amigos lectores, el caso de un anciano ejemplar que, a la edad de 99 años, aún asiste a su consulta de Médico en Caracas, específicamente, en la Clínica Razetti.
Mencionaba antes de traer a ese ejemplo, a George Bernard Shaw que seguía creando a la edad de 90 años. Decía: Yo veo cosas que nunca existieron y digo por qué no ?
Pues bien, el de los 99 años.
Se trata de José Trinidad Rojas Contreras.
Este eminente médico, además abogado y economista, nació en San Cristóbal, estado Táchira.
Fundó la Sociedad Venezolana de Cirugía, la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, la Federación Médica Venezolana y el Partido Socialista Venezolano.
Confiesa que fue un error el haber aceptado, en 1946, el cargo de Ministro del Trabajo, por cuanto ésto le llevó al exilio cuando Pérez Jiménez dio el golpe. Salió al exilio.
De él, varias reflexiones:
Para alcanzar la longevidad.
Ser prudente. Evitar los excesos.
En eso de evitar los excesos en comidas, licor, sexo, en diversas actividades, los chinos, sabios como siempre, afirman: sabiduría es barrer los excesos.
Hay que evitar que la maquinaria se agote.
Y refiriéndose a los médicos sostiene: Un galeno debe tener sentido social, sentirse responsable ante la sociedad, y no una persona que utilice el título para explotar a la gente.
Su vida me lleva a tener una posición: trabajar toda la vida y no jubilarme jamás.
Es el Dr. Rojas Contreras, quien también ejerció el periodismo durante muchos años, un caso de constancia, digno de imitación.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo