miércoles, 11 de junio de 2014

El anuncio del Evangelio y la preferencia por los pobres

“Nada de caridad a la carta” (Francisco, EG)
Sigo con Francisco y digo que la Iglesia tiene que ser lugar de la misericordia gratuita, y los bautizados,  protagonistas de la evangelización, lo que significa una presencia más visible del laico junto con los sacerdotes, religiosos y religiosas, y demás consagrados. Es misión de todos, - porque todos somos Iglesia -, llevar a Jesucristo a conocidos y desconocidos.
Evangelizar es poner en acción la dimensión social de la Iglesia. Es hacer presente con nuestra palabra, la Palabra de Dios, y su Reino. El mundo actual lo requiere con urgencia; su justicia y la paz vendrán sin hacerse esperar. Tenemos que escuchar a los pueblos, para saber discernir lo que quieren, lo que necesitan escuchar.
Seríamos jactanciosos si pretendiéramos tener el monopolio de la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones de los problemas contemporáneos, cada día más complejos. Es labor de conjunto entre fe y razón; entre fe y ciencia.
Por encima de todo, escuchar el clamor de los pobres y socorrerlos. No puedo entender a plenitud por qué hay tanta emigración de nuestros pueblos,  cuando en algunos han sido boyantes los recursos económicos;  ni tampoco el por qué no se garantiza la gobernabilidad, la seguridad y el bienestar.
Más que generosidad se necesita de solidaridad con la conciencia de que la posesión privada de los bienes se justifica para servir mejor al bien común. Al pobre y a los que han sido empobrecidos hay que devolverle lo que les pertenece.
No es más que una desvergüenza que se viaje al espacio y se maravillen muchos ante los avances científicos y tecnológicos y no se elimine el hambre. Francisco nos dice que el hambre es consecuencia de la mala distribución de la riqueza. De pequeñas élites poderosas super enriquecidas indiferentes al clamor de las inmensas mayorías que sufren con indignación la pobreza y en ésta la crítica que crece, crece y crece. Y lo que es grave, habiendo suficientes alimentos para todos no se elimina.
Nuestro santo Papa Francisco, nos recuerda a todos que Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que, hasta él mismo, se hizo pobre. La opción por los pobres es una categoría teológica.
Nuestro sumo pontífice quiere que haya una Iglesia para los pobres. Estar cerca de los pobres.
Que nadie se moleste por estas cosas que se exponen en Evangelii Gaudium, sino más bien, que haga su aporte por seguir sus exhortaciones para beneficio suyo y de los demás. Aporte para la justicia y la paz social.

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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo