He
terminado de leer, con sumo detenimiento, la biografía que, María Teresa
Romero, escribiera, dedicada a un insigne venezolano que falleciera el 11 de
marzo del año recientemente finalizado.
Como quiera que, en el país, el Presidente Nicolás Maduro ha
planteado y puesto en marcha diálogo entre su gobierno y la oposición, conviene
destacar algunas cosas que, al final de esa biografía, se deben leer y meditar.
Planteaba Simón Alberto Consalvi, el biografiado, al asumir
la responsabilidad de asistir al programa televisivo de José Vicente Rangel,
que era urgente el diálogo sincero entre gobierno y oposición porque su
ausencia podría profundizar los problemas del País.
Sostenía, además, que “las posiciones son antagónicas e
inflexibles, pero estoy convencido de que hay áreas de entendimiento posible”,
afirmando que se podía “propiciar un debate serio sobre la instauración de un
modelo socialista en Venezuela, porque, en su opinión, el socialismo tiene sus
bondades, pero solo si es democrático y respeta la pluralidad”. “Hay una línea
intransigente del Gobierno para la creación del socialismo del siglo XXI, sin
reparar que el socialismo no divide sino que puede unir si es democrático”.
Consalvi, con su estilo moderado característico, destacaba
que en medio de fuertes contiendas políticas fue capaz de reunirse con Fidel
Castro, Anastasio Somoza y hasta con el propio diablo.
Abogaba por un “diálogo franco” pero le expresaba al Gobierno
que no podía seguir descalificando a sus interlocutores, siendo cautivo del
pasado, continuar machacando que la oposición es golpista porque buena parte de
nuestra oposición es democrática y está dispuesta a debatir, incluso, reformas
socialistas profundas, pero “siempre que sean democráticamente debatidas y
adoptadas mediante consenso, respetando el pluralismo que siempre ha existido
en nuestro país y que siempre existirá”.
Importante es elevar a la conciencia de opositores y
oficialistas que al fallecer este hombre valioso, político culto, sucedió, un
hecho que nunca en 14 años de régimen chavista había sucedido; que los
diputados oficialistas y opositores se pusieron de acuerdo en la Asamblea
Nacional para rendirle homenaje a un connotado político de la “IV República”. El
periodista Earle Herrera del PSUV manifestó el pesar revolucionario diciendo: “Independientemente
de las distancias políticas, la nobleza y la gallardía revolucionaria nos lleva
a hacer un reconocimiento a quien formó parte de una pléyade de escritores y
periodistas del siglo XX y XXI venidos de distintas corrientes del pensamiento.
Plumas que le dieron brillantez a la prensa venezolana. Allí brilló la pluma de
Simón Alberto Consalvi”.
El legado de la obra de SAC es trascendente e
invita a la oposición y al gobierno, en momentos de graves dificultades, a
seguirle por la paz y el bienestar de todos. En sus manos está el destino de
Venezuela.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo