Mi esposa tuvo una tía que duró 97 años.
Tenía excelente humor.
Recuerdo que cuando se le preguntaba.
Tía Ana usted se mira al espejo?
Ella respondía inmediatamente.
No, que va, después me veo las arrugas.
Y cuando las piernas le fallaban les hablaba.
Vamos piernas...caminen...
Tía usted es vieja?
Vieja yo...no. Ni pienso como vieja, ni me siento vieja, ni camino como vieja.
Y bailaba. Yo le echaba bromas. Usted se animaría a tener un amor...
Y por qué no?
A élla se le acabó la materia. Esta no quiso acompañarla más.
Todo lo expuesto, lo recordé cuando hoy, en Quinto Día, que dirige el destacado periodista Carlos Croes, leí una entrevista a una Premio Nobel en Medicina, 1986, quien es Neuróloga.
Nació en Turin, Italia.
Tiene 97 años de edad.
Dice que desde pequeña se dedicó a estudiar para superar el sentirse ¨poca cosa¨.
Vive feliz con lo que hace cada día.
Sostiene que el cuerpo se arruga pero el cerebro no.
Asiste a congresos médicos. Se mantiene activa.
Piensa que la jubilación destruye cerebros. Enferma. Jubilarme yo...never.
Afirma que el cerebro hay que mantenerlo ilusionado, activo, hacerlo funcionar, mantener curiosidades, empeños,tener pasiones...
Yo tengo pasiones: leer, estudiar, escribir y la política.
La mujer no debe ser marginada. Para ella la religión islamista lo hace.
Cuando le preguntan, ante su origen judío, por qué hay tan alto porcentaje de judíos en científicos e intelectuales responde:
¨La exclusión fomentó entre los judíos los trabajos intelectivos: pueden prohibírtelo todo, pero no que pienses...Y es cierto que hay muchos judíos entre los premios Nobel ¨.
Y al referirse a las ideologías, sustenta el criterio de que en éstas privan las emociones. ¨La razón es hija de la imperfección. En los invertebrados todo está programado: son perfectos. Nosotros, no. Y al ser imperfectos, hemos recurrido a la razón, a los valores éticos, a discernir entre el bien y el mal en el más alto grado de la evolución darwiniana.¨
Me identifico con élla cuando establece una pasión.
Cúal?
Ayudar a los demás. Esto ha sido lo mejor de su vida.
Recomiendo a los lectores de Escritos en el Tiempo que lean Cómo llegar feliz a los cien años, en el Semanario de los nuevos tiempos, Quinto Día, no. 520, del 10 al 17 de noviembre de 2006. Excelente entrevista que todo el que quiera llegar a viejo feliz debería leer.
Tenía excelente humor.
Recuerdo que cuando se le preguntaba.
Tía Ana usted se mira al espejo?
Ella respondía inmediatamente.
No, que va, después me veo las arrugas.
Y cuando las piernas le fallaban les hablaba.
Vamos piernas...caminen...
Tía usted es vieja?
Vieja yo...no. Ni pienso como vieja, ni me siento vieja, ni camino como vieja.
Y bailaba. Yo le echaba bromas. Usted se animaría a tener un amor...
Y por qué no?
A élla se le acabó la materia. Esta no quiso acompañarla más.
Todo lo expuesto, lo recordé cuando hoy, en Quinto Día, que dirige el destacado periodista Carlos Croes, leí una entrevista a una Premio Nobel en Medicina, 1986, quien es Neuróloga.
Nació en Turin, Italia.
Tiene 97 años de edad.
Dice que desde pequeña se dedicó a estudiar para superar el sentirse ¨poca cosa¨.
Vive feliz con lo que hace cada día.
Sostiene que el cuerpo se arruga pero el cerebro no.
Asiste a congresos médicos. Se mantiene activa.
Piensa que la jubilación destruye cerebros. Enferma. Jubilarme yo...never.
Afirma que el cerebro hay que mantenerlo ilusionado, activo, hacerlo funcionar, mantener curiosidades, empeños,tener pasiones...
Yo tengo pasiones: leer, estudiar, escribir y la política.
La mujer no debe ser marginada. Para ella la religión islamista lo hace.
Cuando le preguntan, ante su origen judío, por qué hay tan alto porcentaje de judíos en científicos e intelectuales responde:
¨La exclusión fomentó entre los judíos los trabajos intelectivos: pueden prohibírtelo todo, pero no que pienses...Y es cierto que hay muchos judíos entre los premios Nobel ¨.
Y al referirse a las ideologías, sustenta el criterio de que en éstas privan las emociones. ¨La razón es hija de la imperfección. En los invertebrados todo está programado: son perfectos. Nosotros, no. Y al ser imperfectos, hemos recurrido a la razón, a los valores éticos, a discernir entre el bien y el mal en el más alto grado de la evolución darwiniana.¨
Me identifico con élla cuando establece una pasión.
Cúal?
Ayudar a los demás. Esto ha sido lo mejor de su vida.
Recomiendo a los lectores de Escritos en el Tiempo que lean Cómo llegar feliz a los cien años, en el Semanario de los nuevos tiempos, Quinto Día, no. 520, del 10 al 17 de noviembre de 2006. Excelente entrevista que todo el que quiera llegar a viejo feliz debería leer.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo