lunes, 6 de agosto de 2018

La Misericordia y su dimensión política

He debido poner como título a estas notas que me propongo desarrollar, La Misericordia como acto político.
Empiezo por recordar, a quien pueda interesar, que las Obras de Misericordia, constituyen la mejor manera de ejercitar o de realizar la caridad. No olvidar que caridad es Amor. Y es amor al prójimo cualquier obra que realicemos en beneficio del hombre y de la mujer, que es una forma eficaz de respetar la dignidad humana. Remito a la lectura de San Mateo 25, 31-46. Son 14: 7 espirituales y 7 corporales; pero son muchas más.
En una lectura que hiciera al Padre Antonio Spadaro, llegué a la conclusión de compartir con él, el valor de la Misericordia como proceso político.
Quiero destacar que todos los días han de ser de Misericordia.
Cristo vivió un momento histórico de graves injusticias sociales, sanando con sus manos a víctimas de un  orden imperial ( Israel estaba sometida al Imperio Romano, a sus sátrapas y élites co ).
Esas élites eran cohonestadoras del régimen.
Desde allí sabemos que el tiempo de la Misericordia no es la paz, sino los tiempos dramáticos apocalípticos. Mirados con ojos de Dios vemos un campo de batalla, que nos hace pensar  en la presencia histórica de Dios y su Misericordia. Es la plenitud del tiempo la presencia histórica de Dios   Son ríos llenos de miseria que acuden a los océanos ; pero llegará el momento de que sean llenados o inundados de Misericordia. Es realismo y es necesidad vital para evitar la tercera guerra mundial.
El santo Papa Francisco, Líder Moral de la Humanidad, mencionó la Misericordia ante los países del planeta en una reunión ante el Cuerpo Diplomático acreditado en El Vaticano. Ya antes había cubierto un año de Jubileo de la Misericordia. Esta es garantía de justicia y paz. Así la valora el líder moral de la humanidad ( Abbaud, dixit ): Papa Francisco.

jueves, 2 de agosto de 2018

En la ruta del Papa Francisco. La globalización cultural

No comulgo con ese híbrido de lo peor del capitalismo con el comunismo negador de derechos civiles y políticos de las personas humanas ( enmarcado en pensamiento de Carlos Alberto Montaner)
Ya parece que no son pocos los que cuestionan la globalización y sus efectos.
En principio, la globalización es positiva, porque acerca a los pueblos ; pero no así en sus fines sutiles económicos, financieros, y con un sistema que mata, excluye, a las inmensas cantidades de pobres, de pueblos y lenguas, destruidos en su cultura, debilitados, por lo menos.
La globalización de negocios sin ética, atienden a las influencias de naciones desarrolladas pero moralmente débiles. Es una pretendida ¿? nueva colonización que ha generado graves pérdidas para la humanidad, en guerras, migraciones ( diásporas ) récord mundial en todos los tiempos, fractura de la familia - tesoro del hombre - , xenofobia, terrorismo internacional, crimen organizado con todo tipo de ilícitos, hombres, mujeres y niños buscando espacios perdidos para llenar por esas vías - irse de sus países - vacíos espirituales, que no alcanzan a llenar...
Con toda responsabilidad sostengo que el caso Venezuela es consecuencia de una sociedad de lo peor del capitalismo con comunismo que niega los derechos civiles y políticos de la sociedad civil y sus organizaciones, menores, víctimas, del Estado y sus socios. Jamás están dispuestos a cumplir con principios y valores que lleven al desarrollo humano integral y solidario.
Uniformar y homogeneizar al hombre ha sido su fin; el de esa globalización, que quiere que todos tengamos los mismos gustos, modas, en comidas, en forma de vestir, en exaltación de la truculencia de ésta...
Hoy, lo digo sin ambages, está planteado un cambio epocal, saneador de la humanidad. Es el reto del santo Papa Francisco y, por ende, de su Pontificado. La Iglesia está pasando de una pastoral conservadora a una pastoral decididamente misionera con projimidad humanizante. De ir a una Cultura del encuentro y no que vengan a mí.