Hay que votar en diciembre

He venido sosteniendo que la solución es votar. Para decirlo de otra manera que significa lo mismo, la solución venezolana es electoral.
He afirmado también, que hay antecedentes históricos recientes y no tan remotos que llevan a tener esperanza de poder derrotar a Chávez en diciembre.
Voy a recordarlos nuevamente.
Caso Fujimori.
El presidente peruano intentó ganar una tercera elección. La ¨ganó¨ en medio de grandes escándalos de corrupción y de un colosal e inmoral fraude.
Ya Toledo, ejerciendo liderazgo democrático, se había retirado de la contienda, y poniendose al frente de su pueblo, ejerció la presión, necesaria e indispensable ,para la huída del japonés que sigue siendo prófugo del Perú y que ahora goza en Chile de libertad bajo fianza.
No olvidar que el gobierno de Chávez apoyó a Fujimori. Las pruebas?
La protección que en el territorio venezolano le dieron, en secreto revelado por la valiente periodista Patricia Poleo, a Vladimir Montesinos. Ya antes, muchos de los golpistas, entre ellos Odremán, funcionario de Chávez, enriquecido groseramente por ¨sus libros¨, habían parado la carrera en el Perú de Fujimori.
Toledo se puso al frente de su pueblo corriendo todo tipo de riesgo.
Fujimori representó la primera derrota para Chávez en Perú. Parece que la segunda es inminente ante Alan García, y que el díscolo de Sabaneta de Barinas, seguro, desconocerá, siendo consecuente con la intervención suya en los asuntos internos de ese país.
Caso Daniel Ortega.
El sandinista presidente omnipotente de Nicaragua, que llevó a este país a la miseria más espantosa, era apoyado por la Urss, hoy extinta, y por Fidel Castro, el octogenario dictador que hoy apoya a Chávez y, por supuesto, a Ortega.
Qué pasó?
La Señora Violeta de Chamorro los derrotó.
Derrotó a la Urss, a Castro y a Ortega, y que no me vengan a decir que habían garantías electorales para la digna esposa del periodista asesinado por la dictadura, Pedro José Chamorro.
La oposición democrática se unió en torno a la digna mujer. Repito, derrotó a Castro y a Ortega, como decir, ahora a Castro, Chávez y Ortega, juntos.
Yo me resisto a creer que el noble pueblo nicaraguense apoye con su voto a Daniel Ortega.
Caso Augusto Pinochet.
Puedo afirmar categóricamente que la oposición no contó con todas las garantías electorales para lograr el triunfo electoral en el plebiscito presidencial convocado por el dictador, y éste, fue derrotado.
Chávez es derrotable.
Propongo que los abstencionistas, que tienen buenas razones para tener esa posición, la dejen a un lado, y propongan un acuerdo unitario.
Propongo a toda la oposición que haya un acuerdo unitario. No importa el método para lograrlo. Ojalá sea el más democrático posible. Pero acuerdo unitario.
Es el acuerdo con una sóla candidatura.
Es el acuerdo por la libertad.
Es el acuerdo por la democracia.
Es el acuerdo por el bienestar y progreso de Venezuela.
Ese candidato debe ponerse al frente del pueblo venezolano. Con capacidad de darle a Venezuela la grandeza de miras y no pensando sino en servirle.
Es la esperanza.
Por ella voy a votar.