Desde la semana pasada he venido sintiendo una tremenda rabia, por no decir otra palabra que de hacerlo sería irrespetar al lector, por la forma como el presidente Chávez trató al estado Zulia.
Chávez amenazó con poner preso al Gobernador del Estado, Manuel Rosales, por presunto saboteo a una política nacional.Y no sólo hizo eso, ya de por si grave y de irrespeto a la voluntad mayoritaria que eligió a este funcionario por su eficiencia en el manejo de los asuntos públicos, sino que llamó republiquita al anhelo histórico de autonomía de los zulianos, que no de separación.
El Zulia quiere a Venezuela desde 1821 cuando, después de diez años de ser declarada la independencia, decidió, en igualdad de condiciones formar parte, junto a Ecuador, Venezuela, Colombia y Ecuador, de la Gran Colombia.
El Zulia desde entonces forma parte de Venezuela; pero el Zulia, siempre, desde el siglo XVI, ha tenido vocación demócratica, de libertad, de amor al trabajo productivo y de prosperidad.
El Zulia nunca dependió del Estado para ser un Estado próspero de gran desarrollo económico, cultural, social y político. Podría decirse que en el Zulia germinaron las ideas del libre comercio y que por eso le llevó a tener contactos con países desarrollados en asuntos mercantiles.
Para nadie, que estudie someramente la historia, es un secreto que en Maracaibo, su capital, hubo luz eléctrica, primero que en otro estado de Venezuela, incluyendo a Caracas; que hubo, por primera vez, en toda la geografía nacional, cine, haciendose la primera película; que fue pionera en radio y en televisión. LLegó a tener ciencia, arte, poesía, derecho, economía, de primera. A Maracaibo se llegó a conocer como la Atenas de América. Sus industrias eran variadas. Su agricultura y cría de excelencia. Y así ha sido hasta nuestros días. Aportando mucho, recibiendo poco del centralismo que siempre le ha agredido.
Esa agresión del centralismo ha sido siempre. Chávez que es centralista, estatista, es continuador de Guzmán Blanco. Pretende de un sólo tajo eliminar las ansias justas de autonomía de los zulianos.
Señor presidente, le solicito respeto para el Zulia. Tenga presente que somos venezolanos. No nos lleve por las sendas de la secesión que. no es eso, lo que queremos, pero no estamos dispuestos a seguir aceptando que usted golpee al Zulia.
Termino estas notas,invitando a leer un excelente artículo de Milagros Socorro ¿ ´Cuál será la republiquita ? en El Nacional del 16 de Febrero pasado, y del mismo tomo prestada la cita del historiador Rutilio Ortega, que dice: ¨Fracasará estruendosamente quien intente gobernar al Zulia con mentalidad de aldea¨.
Republiquita ha terminado siendo Venezuela ¨empobrecida, regida por un gobierno militar y autoritario, incomunicada internamente , polarizada y enfrentada con países tradicionalmente amigos¨ como valiente y apegada a la realidad sostiene la periodista antes citada en el referido artículo suyo.
Chávez amenazó con poner preso al Gobernador del Estado, Manuel Rosales, por presunto saboteo a una política nacional.Y no sólo hizo eso, ya de por si grave y de irrespeto a la voluntad mayoritaria que eligió a este funcionario por su eficiencia en el manejo de los asuntos públicos, sino que llamó republiquita al anhelo histórico de autonomía de los zulianos, que no de separación.
El Zulia quiere a Venezuela desde 1821 cuando, después de diez años de ser declarada la independencia, decidió, en igualdad de condiciones formar parte, junto a Ecuador, Venezuela, Colombia y Ecuador, de la Gran Colombia.
El Zulia desde entonces forma parte de Venezuela; pero el Zulia, siempre, desde el siglo XVI, ha tenido vocación demócratica, de libertad, de amor al trabajo productivo y de prosperidad.
El Zulia nunca dependió del Estado para ser un Estado próspero de gran desarrollo económico, cultural, social y político. Podría decirse que en el Zulia germinaron las ideas del libre comercio y que por eso le llevó a tener contactos con países desarrollados en asuntos mercantiles.
Para nadie, que estudie someramente la historia, es un secreto que en Maracaibo, su capital, hubo luz eléctrica, primero que en otro estado de Venezuela, incluyendo a Caracas; que hubo, por primera vez, en toda la geografía nacional, cine, haciendose la primera película; que fue pionera en radio y en televisión. LLegó a tener ciencia, arte, poesía, derecho, economía, de primera. A Maracaibo se llegó a conocer como la Atenas de América. Sus industrias eran variadas. Su agricultura y cría de excelencia. Y así ha sido hasta nuestros días. Aportando mucho, recibiendo poco del centralismo que siempre le ha agredido.
Esa agresión del centralismo ha sido siempre. Chávez que es centralista, estatista, es continuador de Guzmán Blanco. Pretende de un sólo tajo eliminar las ansias justas de autonomía de los zulianos.
Señor presidente, le solicito respeto para el Zulia. Tenga presente que somos venezolanos. No nos lleve por las sendas de la secesión que. no es eso, lo que queremos, pero no estamos dispuestos a seguir aceptando que usted golpee al Zulia.
Termino estas notas,invitando a leer un excelente artículo de Milagros Socorro ¿ ´Cuál será la republiquita ? en El Nacional del 16 de Febrero pasado, y del mismo tomo prestada la cita del historiador Rutilio Ortega, que dice: ¨Fracasará estruendosamente quien intente gobernar al Zulia con mentalidad de aldea¨.
Republiquita ha terminado siendo Venezuela ¨empobrecida, regida por un gobierno militar y autoritario, incomunicada internamente , polarizada y enfrentada con países tradicionalmente amigos¨ como valiente y apegada a la realidad sostiene la periodista antes citada en el referido artículo suyo.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo