La fe mueve montañas

El profeta Habacu ante la bancarrota de la justicia, querella a Dios en los siguientes términos:
¨Tus ojos son demasiado puros para soportar el mal, no puedes ver la opresión ¿ Por qué contemplas en silencio a los traidores y callas cuando el malvado devora al justo ?
Los caldeos han sido escogidos por el Señor para hacer justicia y lo has establecido para castigar.
Habacu tiene una visión donde el Señor le manifiesta: Pon la visión en ¨tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una visión de algo lejano...El malvado sucumbirá sin remedio: el justo, en cambio, vivirá por su fe ¨( Hab 1-12-2-4 )
Dios no crea el mal. Es satanás su creador. Ante el mal, fe. No cohonestarlo.
La suerte del malvado no debe envidiarse; espera los resultados.
Nunca, jamás, Dios abandonará al que lo busca. ¨El tiene establecido un tribunal para juzgar, juzga al orbe con justicia y rige a las naciones con rectitud ¨( Sal 9 )
El es refugio del oprimido. Su refugio en los momentos de peligro. Pero lo es para quien confíe en El, para quien lo busca ( Sal 9 )
Hay que proclamar sus maravillas a los pueblos, porque el Señor pide cuentas de la vida y no olvida los gritos de los oprimidos ( Sal 9 )
La inseguridad nos rodea. La incertidumbre, por igual. Secuestros, intolerancia política, falta de libertades de expresión y de culto en muchos países, llamas, guerras, terremotos, persecuciones religiosas y paremos de enumerar. Son los demonios del mundo compungido de hoy.
Son demonios que están matando a los pueblos sin compasión. No he agregado la injusticia en el reparto de la riqueza en el mundo y donde el bienestar es para algunos; no he incluido el hambre, enfermedades, etc.
Qué hacer ?
Jesús nos da la solución: tener fe.
Fe es creer en lo que no vemos. La fe es activa. La fe es capaz de lo imposible.
Jesús les dice a los apóstoles que, si tuvieran fe podrían decirle a una montaña, traládate de aqui para allá y se trasladaría.
Para el que tenga fe nada es imposible.
Señor ! Aumenta mi fe !
Sin duda que la fe es un verdadero poder.
Resulta interesante leer siempre la Palabra de Jesús. Nos fortalece y nos pone en reciedumbre cristiana para predicarla a tiempo y a destiempo, como afirma Pablo.