Ayer fui a limpiar mi carro. Llegué al pulilavado de un mall cercano. Habían muchos en lista de espera. Me estacioné hasta ser llamado. Me puse a leer, mejor a continuar con El fundamentalismo democrático de Juan Luis Cebrián. Sin bajarme de mi auto.
El encargado externo del puli me hizo señas de que tenía cinco por delante y me indicó el sitio donde iba a ser atendido tan pronto se desocupara. Seguí leyendo.
Cuando se me dió la órden de entrar, un zagaletón, un ¨vivo¨ se adelantó y me quitó mi derecho preferencial. No me inmuté.
Inmediatamente, pasé a otro. El ¨vivo¨ en Maracaibo es peligroso. Cuando le reclamaron por su actitud... manoteó pero allí se quedó.
Al ir a la recepción o sitio de espera, donde el encargado es de esas personas que no deberían tener negocio, por su odiosidad - confieso que no volveré - me senté al lado del ¨vivo¨, en silencio. No resistió, se cambió de silla. Se puso al frente. Tampoco aguantó.
Me senté en la silla dejada por el transgresor de mi derecho. Y al lado estaba un chavista fundamentalista. Hablaba y hablaba. Que si Chávez no le regaló nada a Evo...Que ahora la clase media está jodida. Que él siendo un universitario no le han aumentado desde hace tres años ni un bolívar; pero que Chávez es un gran presidente. Y bla, bla, bla, y... bla, bla... Se cansó. Nadie le respondió nada y se quedó mudo...Así lo dejé.
Yo sólo le enseñaba el libro de Cebrián... pero nunca me pidió opinión.
Solo hice silencio. Pensé ¿ será esa la medicina que habrá que darle a Chávez?
El encargado externo del puli me hizo señas de que tenía cinco por delante y me indicó el sitio donde iba a ser atendido tan pronto se desocupara. Seguí leyendo.
Cuando se me dió la órden de entrar, un zagaletón, un ¨vivo¨ se adelantó y me quitó mi derecho preferencial. No me inmuté.
Inmediatamente, pasé a otro. El ¨vivo¨ en Maracaibo es peligroso. Cuando le reclamaron por su actitud... manoteó pero allí se quedó.
Al ir a la recepción o sitio de espera, donde el encargado es de esas personas que no deberían tener negocio, por su odiosidad - confieso que no volveré - me senté al lado del ¨vivo¨, en silencio. No resistió, se cambió de silla. Se puso al frente. Tampoco aguantó.
Me senté en la silla dejada por el transgresor de mi derecho. Y al lado estaba un chavista fundamentalista. Hablaba y hablaba. Que si Chávez no le regaló nada a Evo...Que ahora la clase media está jodida. Que él siendo un universitario no le han aumentado desde hace tres años ni un bolívar; pero que Chávez es un gran presidente. Y bla, bla, bla, y... bla, bla... Se cansó. Nadie le respondió nada y se quedó mudo...Así lo dejé.
Yo sólo le enseñaba el libro de Cebrián... pero nunca me pidió opinión.
Solo hice silencio. Pensé ¿ será esa la medicina que habrá que darle a Chávez?
Cuando no puedas con ellos confúndelos....
ResponderBorrarAhora que leo esto no sé que será peor: un venezolano malo, es decir, que se colea, se come las luces, roba lo que pueda, etc...; o un chavista???
ResponderBorrarJummm la combinación de ambos debe ser pésima!!!
Saludos
ver...... yo le hubiese pegado un espernancazo en la geta... de todas maneras lo hizo bien, ahora esos vivos son peligrosos porque además de transgresores del derecho ajeno son guapetones. SILENT PEOPLE OF VZLA AND WIN!!!!
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