He leido Crónica de Milagros Socorro en ! Claro ! no. 137, septiembre 2009, 1a. semana, un artículo suyo titulado Los malos recuerdos.
De verdad que, si queremos la reconciliación entre los venezolanos, debemos borrar de nuestro léxico, de nuestra memoria, aquello de ¨Prohibido olvidar¨, ¨Míralos bien para que no se te olviden¨. ¨Todos los días riego esa matica, para que no se me seque el rencor¨.
Habrán cosas, que como dice la periodista citada, son o corresponden ¨al patrimonio intangible y también simbólico que las sociedades deben preservar¨.
El rencor como el odio deben ser drenados, no reprimidos. Cuando una persona o un régimen político - una dictadura p.ej. - reprimen y no permiten canales o vías de expresión, a la larga están retrasando en el tiempo el estallido. Por eso las dictaduras tienen un final trágico y hay que ver lo que viene después. Hay que recordar, en ese sentido, la liberación española post franquista, y en Venezuela, lo que ocurrió después de la caida de la dictadura de Pérez Jiménez.
Hay que sustituir el odio por el amor; hay que cambiar los malos pensamientos y sustituirlos por otros. Llorar libera y hace olvidar los malos recuerdos. Y el perdón se acomoda en su lugar.
Si algo debemos hacer los venezolanos es amar, ser luchadores por la paz y amantes de la vida.
Decía una canción de la siempre recordada Celia Cruz: al pasado písalo.
Bachelet sufrió, como nadie, la represión de Pinochet. Su padre fue asesinado por la dictadura y élla, torturada salvajemente. Ver su cara es ver amor, perdón y alegría. Por eso sale de la presidencia de Chile con un 73% de popularidad.
De verdad que, si queremos la reconciliación entre los venezolanos, debemos borrar de nuestro léxico, de nuestra memoria, aquello de ¨Prohibido olvidar¨, ¨Míralos bien para que no se te olviden¨. ¨Todos los días riego esa matica, para que no se me seque el rencor¨.
Habrán cosas, que como dice la periodista citada, son o corresponden ¨al patrimonio intangible y también simbólico que las sociedades deben preservar¨.
El rencor como el odio deben ser drenados, no reprimidos. Cuando una persona o un régimen político - una dictadura p.ej. - reprimen y no permiten canales o vías de expresión, a la larga están retrasando en el tiempo el estallido. Por eso las dictaduras tienen un final trágico y hay que ver lo que viene después. Hay que recordar, en ese sentido, la liberación española post franquista, y en Venezuela, lo que ocurrió después de la caida de la dictadura de Pérez Jiménez.
Hay que sustituir el odio por el amor; hay que cambiar los malos pensamientos y sustituirlos por otros. Llorar libera y hace olvidar los malos recuerdos. Y el perdón se acomoda en su lugar.
Si algo debemos hacer los venezolanos es amar, ser luchadores por la paz y amantes de la vida.
Decía una canción de la siempre recordada Celia Cruz: al pasado písalo.
Bachelet sufrió, como nadie, la represión de Pinochet. Su padre fue asesinado por la dictadura y élla, torturada salvajemente. Ver su cara es ver amor, perdón y alegría. Por eso sale de la presidencia de Chile con un 73% de popularidad.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo