El poder contra la fuerza

Si nos alineamos con el amor a Dios podemos decir que somos religiosos. Estaríamos en camino de ser mejores personas, porque casi todas las religiones tienen por propósito mejorar al ser humano. Hacerlo de buen corazón.
Amar a Dios conduce al perdón. Perdonar es amar al prójimo como así mismo. Significa tener confianza, compasión y amabilidad consigo mismo y para con los demás.
Si aceptamos el perdón estaríamos eliminando de nuestra mente el odio, rencor, venganza y el resentimiento. Espiritualmente resultamos beneficiados. Destaco que el perdón no significa olvidar.
Ese estado mental y espiritual nos permitiría abrazar la no violencia. Demás está decir que condenaríamos la guerra.
Resultante de lo antes expuesto: la paz.
Hablar de las cosas del espíritu conlleva un compromiso: el de alimentarlo con voluntad perseverante, sin desmayar. Ese alimento se logra con la oración , razonamiento, meditación, lecturas y escritura. Son herramientas muy valiosas para lograr la fortaleza espiritual.
Alinearse con coraje con la verdad , sin entrar a polemizar acerca de quién la define. La verdad es simple y llanamente, la verdad. Ella es capaz de vencer la deshonestidad donde ésta se encuentre.
La verdad es la Libertad.
La Libertad es ínsita con la persona. Nace con el individuo. Gobierno que la niegue es deshonesto. Nunca podrá liberarse de esta afirmación.
Alinearse con la Libertad es hacerlo con la dignidad persoal. Razón tiene quien sea capaz de defenderla incluso con la vida. Sin libertad la esperanza se pierde y la vida pierde significado.
A la vida hay que darle significado. Hacerlo es evitar la vejez. Artistas, científicos, creativos y escritores, quienes se ubican en la posición de irse de este planeta con las botas puestas, jamás caen en depresión.
La depresión la produce el vacío espiritual; pero también sociedades donde reine la mentira, inmoralidad, negación de libertad y mediocridad llevan al hombre a la depresión.
Cuando sociedades son dirigidas por líderes con poder basado en esos principios, los pueblos les siguen y progresan. Reina la alegría.
Son líderes capaces de derrotar con su poder espiritual al sable de la fuerza sin disparar una bala. Son de fuerza cósmica. Nacen del desorden.
El desorden tiene sus leyes. Se afirma que existe en el caos un órden.
Son líderes del poder ante la fuerza. Esta es débil. El poder es estático porque todo gravita en torno a él.
Los principios son ¨atractores poderosos¨cuya violación produce conmoción. La integridad es característica de ellos y no pueden aceptar en ningún ámbito del quehacer humano, por ejemplo en lo político, aquello de que el fin justifica los medios. Siempre la verdad terminará triunfando.
Son ideas que han quedado grabadas en mi mente luego de haber leído El Poder contra la fuerza de David R. Hawkins. Recomiendo este libro.