Pablo nos dice en la Palabra de Dios que Cristo, su Hijo, nos ha dado, en la medida de cada uno, talento, es decir, carisma, dones o gracia.
Esos dones son gratuitos que debemos poner a la disposición de la familia, Iglesia, sociedad y comunidad cristiana. ! Pero hacerlo Ya !
San Pablo enumera esos dones: apóstol, profeta, evangelizador, pastor o maestros ( Ef 4, 7, 11-16 )
Pero agregaríamos otros: lectores, catequistas, ayudantes de la Iglesia, benefactores de ésta, ayudando al prójimo... de cualquier manera. Con el ejercicio de los dones contribuimos a la construcción del Cuerpo de Cristo, a lograr la unidad de todos en la fe de Jesucristo, con El a la cabeza.
Cuando actuamos como predicadores de la Palabra de Dios, enseñando a los hermanos en la doctrina de Jesús y de la Iglesia, no nos dejamos zarandear por falsos líderes, ni por ídolos televisivos, ni docrinas falsas, porque con la capacitación sabremos dilucidar dónde está la verdad y nos guiaremos con Cristo, que es el camino, la verdad y la vida. No seremos higueras estériles, daremos frutos.
Jesús quiere que nos alejemos del pecado, que luchemos por nuestra conversión personal y no critiquemos a los demás pecadores, porque puede que nuestros pecados sean iguales o peores. Jesús quiere el arrepentimiento de todos.
No olvidemos que tenemos además el compromiso de ser ciudadanos. Eso si, buenos ciudadanos cristianos católicos y que luchemos por ser perfectos. La sociedad nos necesita.
Esos dones son gratuitos que debemos poner a la disposición de la familia, Iglesia, sociedad y comunidad cristiana. ! Pero hacerlo Ya !
San Pablo enumera esos dones: apóstol, profeta, evangelizador, pastor o maestros ( Ef 4, 7, 11-16 )
Pero agregaríamos otros: lectores, catequistas, ayudantes de la Iglesia, benefactores de ésta, ayudando al prójimo... de cualquier manera. Con el ejercicio de los dones contribuimos a la construcción del Cuerpo de Cristo, a lograr la unidad de todos en la fe de Jesucristo, con El a la cabeza.
Cuando actuamos como predicadores de la Palabra de Dios, enseñando a los hermanos en la doctrina de Jesús y de la Iglesia, no nos dejamos zarandear por falsos líderes, ni por ídolos televisivos, ni docrinas falsas, porque con la capacitación sabremos dilucidar dónde está la verdad y nos guiaremos con Cristo, que es el camino, la verdad y la vida. No seremos higueras estériles, daremos frutos.
Jesús quiere que nos alejemos del pecado, que luchemos por nuestra conversión personal y no critiquemos a los demás pecadores, porque puede que nuestros pecados sean iguales o peores. Jesús quiere el arrepentimiento de todos.
No olvidemos que tenemos además el compromiso de ser ciudadanos. Eso si, buenos ciudadanos cristianos católicos y que luchemos por ser perfectos. La sociedad nos necesita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar.
Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo