Haz las cosas pequeñas con gran amor

Con las palabras que sirven de título a este breve relato biográfico dedicado a la Madre Teresa de Calcuta, rindo homenaje a este ser de excepción que, sin duda alguna, fue y es una Santa.
Albanesa de nacimiento.
Su nombre: Agnes Gonxha Bojaxhiu.
Varias veces recibió el llamado de Dios.
Su prioridad: Servir.
El servicio suyo más trascendente: a los más pobres de los pobres.
Cuando Pio XII le concedió el permiso para dejar sus funciones como monja independiente, empezó a compartir con los más pobres, los enfermos y los hambrientos.
Fundó Misioneras de la Caridad. Esta está diseminada por el mundo haciendo el bien. Si existen seres celestes son las monjas. Hacen todo por la humanidad a cambio de nada.
Atendió a niños de la calle. ¨UN NIÑO ES UN REGALO DE DIOS¨ así lo decía, yo lo digo con mayúsculas, ella lo hacía dando lo mejor de si.
Cierto día dijo: ¨Si conoces a alguien que no quiere al niño, que le tiene miedo al niño, díganle que me lo de a mi¨.
Amó a Dios por encima de toda las cosas, amando al prójimo, por los más necesitados.
Su vida, su obra, coincidió con el Evangelio, que se sintetiza en amar al prójimo como así mismo. Ella fue más allá. Estaba convencida que el amor para que sea auténtico tiene que doler.
Una persona le criticó por ayudar a los pobres diciendole que enseñara a pescar en vez de dar el pescado. Le resopondió:
¨Las personas que yo ayudo no se valen por si mismas,
no se pueden parar. No pueden sostener la caña.

Yo les daré el alimento y después se los enviaré a usted para
que usted le enseñe a pescar¨.
Contra su voluntad, aceptó el Premio Nobel de la Paz en 1979.
Partió para transformarse en cuerpo espiritual, de este frágil planeta, que debemos cuidar, el 5 de setiembre de 1997.
Engalana. como Figura Especial, a Escritos en el Tiempo.