Cuando leo que Chávez les dice a los empresarios venezolanos que ser rico es malo recuerdo dos cosas. Una, que la Urss cayó por prohibir la libertad principalmente la de emprender. El individuo no podía crear riqueza. Era malo ser rico. Lo mismo piensa Fidel y producto de sus ejecutorias la pobreza del pueblo cubano es dantesca. Esto ocurre siempre con presidentes que, demagógica e irresponsablemente actúan así. Es la característica de un populista, militarista, crear condiciones para destruir lo que sirve.
Recuerdo la Parábola de los talentos, en Mateo, cuando un hombre dispuesto a partir hacia tierras extrañas reunió a sus servidores para confiarles todas sus pertenencias. Al primero le dio cinco talentos de oro, a otro dos, y al tercero, uno, a cada cual según sus capacidad.
Al regresar cada uno rindió cuenta. El primero negoció y produjo cinco. El segundo hizo lo mismo y entregó dos más. El tercero, enterró su moneda porque tuvo miedo. Devolvió la moneda recibida.
El señor trató a las mil maravillas a los dos primeros. Al tercero le dijo: Servidor malo y perezoso. Al que produce se le dará y tendrá en abundancia, pero al que no produce se le quitará hasta lo que tiene.
Esa parábola y esa realidad soviéticacubana debería ser asimilada por Chávez. El que viaja tanto, que tiene lujos que lo igualan al más rico de los ricos, debería establecer comparaciones con los países que se han desarrollado, donde la gente vive con bienestar, decoro, libertad y dignidad. El que tiene lujos sabe mejor que nadie que ser rico no es malo, ni producir riquezas mucho menos. El sabe que su ¨revolución bonita ha empobrecido aún más al pueblo venezolano y que los datos que emergen de su ¨revolución¨producen indignación y rabia, en momentos cuando ha recibido el país, mejor su ¨gobierno¨montañas de millones de petrodólares, y la pobreza crece a granel. El lo sabe pero quiere ser el rey, destruyendo al empresario venezolano, y felizmente sentado en un gran charco de petróleo.
Recuerdo la Parábola de los talentos, en Mateo, cuando un hombre dispuesto a partir hacia tierras extrañas reunió a sus servidores para confiarles todas sus pertenencias. Al primero le dio cinco talentos de oro, a otro dos, y al tercero, uno, a cada cual según sus capacidad.
Al regresar cada uno rindió cuenta. El primero negoció y produjo cinco. El segundo hizo lo mismo y entregó dos más. El tercero, enterró su moneda porque tuvo miedo. Devolvió la moneda recibida.
El señor trató a las mil maravillas a los dos primeros. Al tercero le dijo: Servidor malo y perezoso. Al que produce se le dará y tendrá en abundancia, pero al que no produce se le quitará hasta lo que tiene.
Esa parábola y esa realidad soviéticacubana debería ser asimilada por Chávez. El que viaja tanto, que tiene lujos que lo igualan al más rico de los ricos, debería establecer comparaciones con los países que se han desarrollado, donde la gente vive con bienestar, decoro, libertad y dignidad. El que tiene lujos sabe mejor que nadie que ser rico no es malo, ni producir riquezas mucho menos. El sabe que su ¨revolución bonita ha empobrecido aún más al pueblo venezolano y que los datos que emergen de su ¨revolución¨producen indignación y rabia, en momentos cuando ha recibido el país, mejor su ¨gobierno¨montañas de millones de petrodólares, y la pobreza crece a granel. El lo sabe pero quiere ser el rey, destruyendo al empresario venezolano, y felizmente sentado en un gran charco de petróleo.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo