El ex presidente de Costa Rica, José Figueres, apostó, en Santander, España, porque los gobiernos creen ¨marcos regulatorios¨ para encauzar el dinamismo de la sociedad en dirección a un desarrollo ¨mucho más sostenible¨ que ¨sólo se logrará si lo convertimos en un buen negocio¨(http://espanol.news.yahoo.com/)
El encuentro, donde participara Figueres, se celebró en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, llevó por título ¨Del progreso imposible al futuro sostenible. Inventando un nuevo modelo social y empresarial para la sostenibilidad ¨.
Podría entender que los gobiernos, deberían crear condiciones para la participación de la iniciativa privada, por ser ésta dinámica, creativa, impulsora y tener capital. No se excluiría a otras personas individuales y colectivas para actuar dentro de esas condiciones.
Un Estado, que garantice la seguridad jurídica, tanto de personas como de bienes, que sea estable y no esté sujeta a vaivenes de ningún tipo, o los gobiernos, limitados por leyes, podría ser empresario, promover iniciativas para actuar, de manera conjunta, con esos sectores, para el logro de la eficiencia de sus empresas y pueda cumplir con lo social, con éxito, combatiendo el hambre, la pobreza y sus secuelas dramáticas.
Tanto para el Estado, como para el sector privado, sería un buen negocio esa sostenibilidad; pero, repito, sin excluir otras formas individuales y colectivas también actores de ese desarrollo sostenible.
La exposición del hijo de otro presidente costarricense, José Figueres Ferrer - el del Espíritu del 48, que eliminó al ejército y dedicó los ingresos por este concepto a salud y educación del pueblo - resulta tan interesante que, plantea, un cambbio de timón a la sociedad global porque, por un lado, son ¨importantes las regulaciones de los gobiernos y, por otro, ¨crear condiciones para que se meta el sector privado de lleno a ayudar a que este mundo sea realmente mucho mejor¨. Supone esto que, la globalización debe adquirir con urgencia, un rostro humano.
No debe imponerse a los pueblos un modelo de desarrollo porque ¨no hay una ley en ningún país que obligue a que siga desarrollándose o a que lo haga de cierta manera por lo ¨que pueden escoger no desarrollarse¨, según afirma el conferencista citado.
Lo antes expuesto, lleva a cambios. Hay que pensarlos con cuidado pero rápido y actuándo sin demora. Los organismos multilaterales no pueden imponer modelos a ningún país; ni tampoco país alguno hacerlo. La autodeterminación existe hasta en la Unión Europea y la globalización e integraciones no pueden negarla. Aceptarlo, es aceptar el cambio de nuestras identidades de pueblo: Yo soy maracucho del Zulia, mi primera Patria; soy Venezolano y soy Latinoamericano, y por qué no, soy del Mundo. Un francés jamás dejará de serlo y así todos los europeos...
El mundo vive crisis económica grave y según Figueres, por primera vez afecta más a los países desarrollados. Ellos están obligados a cambiar. Que se olviden si piensan seguir viviendo confort con los recursos de los países que los tienen.
El consumismo no puede seguir siendo como el de USA, por sólo citar un ejemplo. El dramatismo de los cambios globales llevan a pensar y repensar en un modelo de sostenibilidad, con solidaridad para con los pobres; lleva a actuar sin demora.
El encuentro, donde participara Figueres, se celebró en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, llevó por título ¨Del progreso imposible al futuro sostenible. Inventando un nuevo modelo social y empresarial para la sostenibilidad ¨.
Podría entender que los gobiernos, deberían crear condiciones para la participación de la iniciativa privada, por ser ésta dinámica, creativa, impulsora y tener capital. No se excluiría a otras personas individuales y colectivas para actuar dentro de esas condiciones.
Un Estado, que garantice la seguridad jurídica, tanto de personas como de bienes, que sea estable y no esté sujeta a vaivenes de ningún tipo, o los gobiernos, limitados por leyes, podría ser empresario, promover iniciativas para actuar, de manera conjunta, con esos sectores, para el logro de la eficiencia de sus empresas y pueda cumplir con lo social, con éxito, combatiendo el hambre, la pobreza y sus secuelas dramáticas.
Tanto para el Estado, como para el sector privado, sería un buen negocio esa sostenibilidad; pero, repito, sin excluir otras formas individuales y colectivas también actores de ese desarrollo sostenible.
La exposición del hijo de otro presidente costarricense, José Figueres Ferrer - el del Espíritu del 48, que eliminó al ejército y dedicó los ingresos por este concepto a salud y educación del pueblo - resulta tan interesante que, plantea, un cambbio de timón a la sociedad global porque, por un lado, son ¨importantes las regulaciones de los gobiernos y, por otro, ¨crear condiciones para que se meta el sector privado de lleno a ayudar a que este mundo sea realmente mucho mejor¨. Supone esto que, la globalización debe adquirir con urgencia, un rostro humano.
No debe imponerse a los pueblos un modelo de desarrollo porque ¨no hay una ley en ningún país que obligue a que siga desarrollándose o a que lo haga de cierta manera por lo ¨que pueden escoger no desarrollarse¨, según afirma el conferencista citado.
Lo antes expuesto, lleva a cambios. Hay que pensarlos con cuidado pero rápido y actuándo sin demora. Los organismos multilaterales no pueden imponer modelos a ningún país; ni tampoco país alguno hacerlo. La autodeterminación existe hasta en la Unión Europea y la globalización e integraciones no pueden negarla. Aceptarlo, es aceptar el cambio de nuestras identidades de pueblo: Yo soy maracucho del Zulia, mi primera Patria; soy Venezolano y soy Latinoamericano, y por qué no, soy del Mundo. Un francés jamás dejará de serlo y así todos los europeos...
El mundo vive crisis económica grave y según Figueres, por primera vez afecta más a los países desarrollados. Ellos están obligados a cambiar. Que se olviden si piensan seguir viviendo confort con los recursos de los países que los tienen.
El consumismo no puede seguir siendo como el de USA, por sólo citar un ejemplo. El dramatismo de los cambios globales llevan a pensar y repensar en un modelo de sostenibilidad, con solidaridad para con los pobres; lleva a actuar sin demora.
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Rafael Inciarte Bracho
Escritos en el Tiempo